Está es mi verdad, está es, nuestra verdad

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¿Lo mismo por mi?¿a que se refería?

-debes saber algo de mi primero, luego puedes huir sí lo quieres-dijo bajando su mirada-

-¿A que te refieres?-pregunto confusa-

-Vamos ponte algo de ropa, y sabrás

Yanileisy lo observó por un momento más, sus pupilas dilatadas al máximo, la preocupación aún invadía su rostro, ¿Que podía ser?¿tan malo era?. Camino hasta su armario y tomo ropa, entró al baño, luego de ser revisado por Javier.

No podía dejar de preguntarse, de que hablaba Javier, que era tan importante.

-Lista-dijo mientras salía del baño-

-Bien, vamos

»Yanileisy«

Luego de revisar los alrededores caminamos hasta la puerta, Javier parecía bastante ansioso, no lo culpo, puesto a que no puedo dejar de jugar con mis dedos, ¡Estoy tan nerviosa!.

Caminamos hasta el auto; el abrió la puerta para mi, con una sonrisa me deslize en el asiento.

Minutos después entró al auto y lo puso en marcha.

-Estas bastante nervioso-dije sintiendo el rubor en mis mejillas-

-Tan sólo un poco-me sonrio-

-Tuve un sueño bastante loco ¿Sabes?

-¿Quieres compartir tú maravilloso sueño conmigo?

-Sí-respondí-

Comese a narrar aquello, un cuarto con paredes blancas, el gran espejo y el terrorífico reflejo.

Javier me escuchaba con atención, parecía aún más nervioso, pero entonces, algo le hizo sonreír.

-¿Que opinas?-consulte-

-Eh, bueno, es algo baste loco, pero bastante cuerdo-se encongio de hombros- prometo que comprenderás todo esto luego.

Sonreír, mientras seguía conduciendo, un incontrolable cosquilleo corría Por mi barriga. ¡Que estaba pasando!.

El camino empezó a parecer menos conocido mediante avanzaban. Yanileisy veía por la ventana, salieron del residencial y empezaron la carretera, ¿a donde le llevaba?.

Derecha, izquierda, la carretera había acabado y un camino de terraceria aparecía frente a ellos.

Derecha.

Y los altos y frondosos árboles les dieron la bienvenida.

Javier aparco el auto cerca de unos grandes arbustos que lo cubrían casi por completo.

-¿Donde estamos? ¿por que ocultas el auto?- pregunto con desespero-

-Debes confiar en mi, en que soy incapaz de herirte en cualquier sentido-contesto-

-Está bien, yo, yo, trataré de confiar en ti -"¿Tratar? Sabes que confías bastante en el"- aún que sabes que lo hago.

Javier le sonrió para luego bajar del auto, lo rodeo por la parte de enfrente hasta llegar a su puerta la cual sostuvo abierta para ella.

Con ruborizadas mejillas salió del auto y empezaron en camino algo en su interior le decía que había estado allí antes, pero, ¿cuando?.

Javier caminaba cada vez más a las profundidades de el, ¿bosque?; cuando estuvieron lo suficientemente ocultos el volteó para mirarle.

-Quiero que prometas algo-le pidió- Sin importar que pase en estos minutos, debes confiar en mi y no decirle a nadie, por favor.-concluyó- prometelo

Detrás de tus ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora