Detrás de tus ojos azules

Los Dankwort son arrastrables ;)

-Es un gusto verlos de nuevo Señor y señora Wenz-sonrio Javier-

-El gusto es nuestro, cuando supimos de está reunión jamás imaginamos verlos por aquí-dijo el sr. Wenz-

-¡Están tan guapos!-chillo la sra. Wenz-aún recuerdo cuando eran unos pequeños que correteaban por debajo de las mesas

-Como olvidarlo-dijo vergonzado-

-Voy a contarte-sonrio amable la Sra Wenz-Javier y Santiago estarían al rededor de los ocho años, eran dos pequeñas criaturitas idénticas con unos grandes ojos hermosos, su madre hizo una gran cena, era su aniversario-sonrio-los pequeños traviesos, se metieron bajo las mesas y correteaban debajo y a la hora del brindis uno de ellos se levanto debajo de la mesa y le hizo botar todo lo que había encima y por salir rápido de ahí se enredaron en los el manteles y todos los platos, copas, cubiertos, arreglos y demás calleron al suelo

-no se como mi madre no nos mató-soltó Santiago-

-Claro que no, tu madre los ama, ella estaba más preocupada por ustedes que por su vajilla

-Gracia por hacernos recordar-sonrio Javier-ahora debemos irnos, espero pasen una buena cena, nos veremos luego

Yanileisy sonrio tratando de no explotar en risas, había conocido a tan sólo algunas personas en su camino hasta su asiento. El comedor era gigante, ¿podrían doscientas personas comer ahí?.

-El comedor normalmente no es tan grande-aclaró Javier-mi madre a enviado a poner algunas mesas extras

-Tú madre tiene talento para la decoración-le sonrio a Javier-

Llegaron a la cabeza de la gran mesa, se ubicaron del lado derecho de la mesa, Javier movió la silla para que ella tomara asiento. Su cortesía le encantaba, le hacia sentir que en realidad era importante para el.

-Quiero ver una foto suya de pequeños-Yanileisy dijo a Javier-

-¿porque?-pregunto-

-Todos hablan de los pequeños gemelos Dankwort, yo no los conocí pero, quiero ver como eran

-¿Y tú verdadera curiosidad es...?-pregunto ahora mirandola-

-suspiro-quiero saber sí eran como pequeños cachorros Husky-murmuro avergonzada-

Javier se soltó a reír tras escuchar aquello, Santiago los miro confundido.

-¿Pueden compartir que es tan gracioso?-refunfuño-

-No es nada-Nego Yanileisy-

-Hola, ¿Me extrañaron?

Y como en cualquier cuento de hadas la bruja malvada hacia su reaparición. Luna.

Su vestido era bastante bonito, odiaba admitir algo como eso. O aún peor, saber que no era el vestido sí no la manera en la que se veía en ella. Sus ojos verdes se veían espectaculares con aquella sombra oscura, su cabello parecía el de una asiática, su vestido era corto, sí que era bastante corto, de color negro, la parte de arriba se ajustaba perfectamente a cada curva y centímetro de su piel hasta sus caderas, la parte baja era de un material extraño, ¿acaso eran plumas?. No. ¿Que material era ese?. De sus muñecas colgaban alguna pulsera costosa, al igual que su extravagante collar y pendientes, aún sobre todo aquello se vea bastante bien.

-Oh Yanileisy, buena elección de color-se refirió al vestido-raramente se ve bien junto a tú transparente piel

-Gracias...-dijo confundida- en realidad Javier lo ha escogido para mi

-Buena elección Javi-le sonrio-creo que te llevare de compras conmigo, y por cierto, se ven muy guapos el día de hoy, me siento afortunada de tener unos Helges tan guapos