Una Pluma Roja de mi Ángel (Dylmas)

Mami

Se lo dedico a Paula porque comenta siempre y me prometío  que sus caps no iban a ser tristes.

La noche fluyó perfectamente, sin pesadillas, solo abrazado a Thomas y sintiendo su calor.

-Buenos días- Dijo Thomas.

-Buenos días Bella Durmiente- Thomas saco la cabeza de mi cuello y me dedicó un hermosa sonrisa. Salí de la cama, aunque dormía con Thomas y le abrazaba aun había una cierta tensión entre nosotros.

-¿Thomas... Vas a volver a tu casa en ropa del médico?- Pregunté.

-No, esperaba ponerme mi ropa... que por cierto ¿Dónde esta?-

-Supongo la habrán tirado, estaba hecha arapos-

-¿Y mi teléfono?-

-¿Quieres que vaya a preguntar, te intento conseguir ropa?-

-Vale, pero no tardes mucho, no me gusta estar solo aquí- Sonreí y me dispuse a salir de la habitación, cuando la enfermera de siempre entró.

-Buenos días tortolitos- Le eché una mirada asesina, además de sonrojarme.

-Buenos días señora- Yo simplemente saludé con la cabeza.

-Bueno, simplemente vengo a decir que el señor Sangster ya tiene el alta, necesitamos la habitación-

-Pero no tiene ropa- Dije.

-Ven, no te preocupes, le podremos dejar unos jeans- Dijo haciéndome una señal para que la siguiera.

-Ahora vengo Tom- Dije saliendo por la puerta.

-No tardes- Dijo Thomas de fondo detrás de mí.

La gente entraba y salía de las habitaciones, otras lloraban la perdida de un ser querído. No soportaría que algún ser querido muriera. Aún recuerdo aquel día:

(Cuando Dylan tenía 7 años)

-Jorge- Le gritó mi madre a mi padre- Deja ya de gritarle a tu hijo, el no tiene la culpa de jugar a las cocinitas, es solo un niño.

-No quiero a un marica como hijo- Gritó y me golpeó en la mejilla, tan fuerte que aún cuando lo recuerdo noto el dolor.

-Jorge es tu hijo, no le pegues- Dijo mi madre parando las manos de mi padre.

-Y tú, inútil, no sirves para nada, tu si que deberías aprender a jugar a las cocinitas- Y aremetió con el puño alzado la cara de mi madre, haciéndola caer al suelo.- Eres una puta- Y asesta una patada en el estómago de mi madre, que sangraba por la boca.- Una zorra,y tu asqueroso hijo es un marica de mierda por tu culpa,puta- Seguía sin parar de asestar patadas a mi madre.

-¡Mami!- Recuerdo la impotencia, recuerdo las lágrimas. Antes de darme cuenta mi padre me había asestado una patada y me había lanzado a 1 metro.

-Por favor-Susurraba mi madre que se estaba levantando para cogerme en brazos y llevarme a la habitación. Cerró la puerta de la estancia y comenzó a llamar a un número de teléfono.

-Policía, por favor, necesito ayuda, mi marido... El... yo...- Entonces recuerdo el tiro, un tiro que sonó en el salón.-Dense prisa – Dio nuestra dirección y colgó. Yo seguía llorando, abrazado a ella. Recuerdo este como el más triste momento de mi vida.

-Cariño, no pasa nada no llores, mañana iremos a casa de la abuela y jugaremos con tu primita- Mi madre me sostenía en su regazo, sus ojos verdes brillaban por las lágrimas, entonces la puerta se abrió y allí estaba él, la persona a la que más odio en este mundo, mi padre. Mi padre sostenía una pistola en su mano derecha. De fondo se escuchó una coche patrulla.

-Hija de puta los has llamado- Dijo apuntando con el arma a la cabeza de mi madre.

-¿Papí?- Dije austado-¿Q-que haces con...?-

-Dylan cariño- Mi madre me tomó de la cara para que la mirara- Mama...- Se le quebró la voz y le brotaron un par de lagrimas- M-mama.... mama siempre te querrá-

Entonces mi padre apretó el gatillo.

-¡MAMIIIIIII!- La bala atravesó la carne y el hueso de la cabeza de mi madre, haciendo un sonido espantoso que jamás conseguiré olvidar.

Luego todo se tiñó de rojo.

Gracias por leer esta historia, solo quería hacer un comentario... Los amo a tod@s , comenten pleaseeeee. (Esta  totalmente permitido llorar y matar al papa de Dyl -inserten odio hacia el papa de Dyl aquí-.... Bueno Bye  (n.n)/