Final ( La Pluma y la Bala)

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Thomas POV

Sentía las ansias de matar que el padre de Dylan dirigía hacia mi.

Sentía como me miraba con los ojos inyectados en sangre, sentía como el corazón me latía más fuerte presa del miedo.

-No temas, cuando llegue el momento no sufrirás, el único que tiene que sufrir es él, no me gusta matar por matar , ni hacer sufrir a las personas por ningún motivo.- En sus palabras se veía el monstruo que era aquellas bestia que hablaba de pie con una pistola en la mano, el arma con el que en menos de 5 minutos voy a ser ejecutado, todo por la venganza de un padre a un hijo. Sólo se que el me ha prometido que tras mi muerte Dylan sufrirá al verme, pero que no lo matará como recompensa por yo haber accedido a su plan. Parezo un loco hablando con tan poca humanidad en un momento de literal vida o muerte.

-¿Te ha comido la lengua el gato?- Dijo acercándose a mi, tomándome suavemente al cuello de mi camisa. Juntó su cara con la mía y cuando estábamos los suficientemente cerca para sentir su horripilante aliento susurró- ¿Tommy?-

-No me llames así- Dije empujandole para desacerme de su agarre. ¡ No me llames de ninguna manera !-

-Me da igual, te llamaré como yo quiera, de todas formas no sirves para nada , tu único propósito para lo que has nacido ha sido para hacer sufrir a Dylan.-

No tenía palabras, tal vez las suyas eran ciertas...
La luz de la estancia color grisácea le daba a la habitación un aire mu fúnebre y tenebroso, las tinieblas bailaban entre nosotros, mi cuerpo ansiaba escuchar el disparo sobre él y acabar con todo esto ya. Las telarañas se dejaban caer por las esquinas y las cucaracha y los insectos eran fáciles de encontrar por todo el suelo y paredes.

Me embargaba el miedo, como pude llegar aquí sin despedirme de Dylan, espero verlo en otra vida.

-Es la hora- Dijo levantándose.- Te dispararé en la cabeza, será un tiro limpio-

Me costaba respirar, notaba un nudo en la garganta y una fuerte presión en el pecho.

-¿Estas listo?-

La presión en el pecho aumentaba notablemente, me debería estar poniendo morado por la falta de aire, me dolía la cabeza, tenia ganas de llorar. Es esto lo que se siente antes de morir.

El padre de Dylan levantó la pistola y apuntó a mi.

Se escuchó un ruido en la planta baja, un gato estaría haciendo de las suyas, pero eso ahora mismo no era lo que más me preocupaba.

Notaba como la presión aumentaba en mis venas, y mi corazón bombeaba sangre con mucha más fuerza. Tenía gana de gritar, pero un fuerte nudo en la garganta me impedía hasta respirar, me faltaba el aire y dentro de poco me faltaría la vida, tenía ganas de llorar pero las lágrimas no salían de mis ojos.

Entonces todo pasó:

La puerta se abrió de golpe dejando ver tras ella la figura de Dylan, con la respiración agitada.
Se escuchó un disparo y un grito de Dyl.

Una onda de fuerza impactó en el centro de mi pecho, convulsionandome desde ese punto hasta las manos y las piernas, noté como al paso de esa onda mi cuerpo se relajaba, la presión de mi cuerpo desaparecía, me sujete el lugar del impacto con la mano. Volví a enfocar a Dylan, tenía los ojos llorosos.
Sin poder ya contenerse más mi alma una lágrima escapo de mis ojos y recorrió toda mi mejilla hasta caer al suelo.

Me separé lentamente la mano del pecho, estaba completamente roja, y la sangre me corría desde las palmas hasta los codos y caía al suelo. Volví a mirar a Dylan, conseguí formar una sonrisa, pero los nervios, el miedo y la pena imensa que sentía en ese momento hacía que me temblaran los labios y esta se combirtiera en un esbozo de pena antes de que la sonrisa pudiera ser percibida.

Noté como la fuerza se me fué del cuerpo y caí en el suelo.

Todo se volvió borroso, las voces y los alaridos de Dylan se escuchaban lejanos. Se escucharon un par más de tiros, dos personas cayeron cerca mía, se escuchaban golpes, lo único que conseguía distinguir eran los gritos de Dylan.

Algo se me acercó, noté como me envolvía con los brazos.
Reconocía su olor, notaba el calor de mi cuerpo escapándose por mi pecho.
Los brazos de Dylan me agarraban con fuerza, como si eso fuera a evitar que la vida saliera de mi cuerpo. Conseguí formar la media sonrisa, solo escuchaba mis lágrimas caer al suelo y las espesas gotas de sangre derramandome poco a poco , lenta mente.

-Dy..Dy- susurré.
-oh Thomas- Dijo con la voz totalmente quebrada por la pena que sentía y los alarido que había dado antes.- No hables, aguanta por favor, he llamado a una ambulancia-

-Dyl...-

-NO HABLE POR FAVOR- Dijo sollozando y abrazandome más fuerte.

-Dylan-

-Thomas- Dijo con voz ácida.

-Gracias por ser mi ángel-

-¡THOMAS NO!-

La vida se me fué de las manos, me dejé caer totalmente, ya no sentía a Dylan.
Estaba completamente solo en la oscuridad de mis pensamientos, se escuchaba una ambulancia de fondo y mis lágrimas humedecian mis mejillas.
Hacía frío.
Mucho frío.

El frío helaba mis hueso.

El frío me arrebato la vida.

Noté como la última gota de sangre caía al suelo.

Se acabó.

Todo era negro.

Algo se escuchó a lo lejos.

-Tommy- Era la voz de Dylan, sin duda alguna.















Pasaba el tienpo y mi conciencia seguía viva, no sentía demasiado frío.

Otro susurro.

-Tommy-

Se veía luz a lo lejos.

Me quemaba el pecho.

La boca me sabía a metal.

Tomé aire y abrí los ojos.

-Tommy- Susurró Dylan a mi derecha.

La habitación del hospital era blanca, tenía a la misma enfermera que siempre nos había atendido tomándome de un brazo, a Dyl a mi derecha tomándome de la otra muñeca.

-Señor sangster- Dijo la enfermera dándome una cajita de madera.- Esto es lo que le ha salvado la vida, la bala no atravesó su corazón, solo causó una herida profunda.- Entonces salió de la sala.

-Dyl ... estoy ... - Noté como una lágrima caía de los ojos de Dyl.

-Estas vivo- Dylan se abalanzó sobre mí y me beso suavemente la boca sin rozar mi pecho.

-Es imposible- Dije abrazandole.

-Abre la caja-

Abrí la caja y ví el collar de la madre de Dylan, el que tenia forma de pluma de ángel, el collar que horas antes, o días, ya que no se el tiempo que he estado sin conciencia, había tomado del suelo, estaba envuelto en sangre roja.

-El collar hizo que la bala no atravesara completamente hasta tu corazón, te ha salvado la vida-

Algo se movió dentro de mí , miré a Dylan, este me miró y sonrió mientras lloraba.

-Dylan, al final has sido tu el que me has salvado-

-Fue la pluma-

-No fue una simple pluma roja.

Me ha salvado una "Pluma Roja de mi Ángel. "

Fin

Una Pluma Roja de mi Ángel (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora