No puede morir por mi culpa

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Dylan conducía, conducía 20 veces que yo sobrio. No dejaba de tocar con su mano mi pierna, solo para tranquilizarme, para demostrame que estaba conmigo.

Bajamos del coche y entramos al hospital. En la recepción una señora de unos 38 años estaba mirándonos, observándome.

-Disculpe, es usted el señor Sangster- Dijo acercándose.

-S-s-s-s-s-

-Sí es él- Dijo Dyl viendo que las palabras no salían de mi boca.

-Bien, vengan, Ava esta bien no se preocupe... Esto...-Dijo buscando entre unos papeles de su carpeta- Si, ¿Thomas verdad?- yo asentí ya más tranquilo.- Venga por aquí-

Seguimos a la señora, los pasillos me recordaban a mi accidente. Llegamos a la habitación 661 donde Ava estaba tumbada en la cama con una venda en la cabeza.

-Ava- Dije saltandoseme las lágrimas- Dios,¿ Pero qué te ha pasado?.

-Mama Tom... Mama- Dijo sollozando- Mama se ha vuelto loca, me tiró un plato a la cabeza cuando te fuiste.

-Dios, estas bien, pero ….joder Ava perdón, debí quedarme- Dije tocándome la comisura de los labios con mi dedo pulgar.

-Lo de los labios, lo llevas haciendo desde chico- Entonces a Dyl se le escapó una pequeña risita.

-Oh, Ava por cierto, este es Dylan, Dylan; Ava-

-Hola- Dijo Sonriendo Dyl.

-WOW- Abrió los ojos Ava- Joder que guapo- Entonces automáticamente Dylan se sonroja.- Cuando dejes al tonto de mi hermano me llamas-

-Ava- Le dije dándole un golpecito en el hombro.

-Jajajaja- Rió Dyl.

-Ava, creo que voy a ir a ver a mama, tengo que hablar con ella, me da miedo que haga una locura, ¿crees que te podrías quedar sola un par de horas?-

-Sí, pero mama no te quiere ver ni en pintura, ten cuidado, mucho cuidado-

-No te preocupes Ava, yo protejo a tu hermano-

Entonces salimos de la habitación. Estaba temblando, tenía miedo, y no miedo hacia lo que mi madre podía decir si no hacer, si le había tirado un plato a mi hermana no se lo que podía hacerme a mi. Me sudaban las manos y notaba como se me ponía la piel de gallina.

-Dyl.... Necesito un- Joder no me dejó terminar cuando ya me había besado- Iba a decir abrazo.... Me das otro- Dylan rió y se acercó a mi boca de nuevo, este beso si lo disfruté, bueno hasta que alguien nos interrumpió-

-Bueno, la parejita, que le dije señor O´Brien, vosotros terminaríais siendo novios- Era ella, la enfermera del principio, la que me había atendido, la señora maja- Bueno les dejo- Y la señora se marchó riendo cual psicópata, pero aun así creo que nos seguía cayendo bien. Dylan y yo nos miramos y él tiempo se paró, literalmente sentía como si las personas que estaban cerca y los ruidos se pararan.

-Joder Tommy, que coño haces para que se me pare el corazón-

-Ser tan guapo, ya lo sabías- Dije sonriendo.

-Alguna vez te dije que amo tu ego-

-¿Tanto como a mi?-

-Eso es imposible bobo- Y se volvió a acercar a mi, devorando mi boca. Si no sabía besar bien rápido que ha aprendido.

-Debemos irnos Dyl- Él asintió, dejó de mirarme y el tiempo volvió a fluir.

Montamos en el coche y Dyl se dirigió a casa de mi madre.

El trayecto que había tomado me sonaba, tal vez fuera el que yo había tomado cuando iba bebido.

Miraba por la ventana mientras Dylan conducía y posaba su mano libre en mi pierna.

La calle era larga, además de desierta, los cubos de basura por todos lados, caídos, algunas casa abandonadas, un gato agonizando en mitad de la ….

-¡DYL PARA!-Era el gato que ayer atropellé. Me bajé del coche y me acerqué a la criatura, tenía una pata rota y estoy casi 100% seguro de que llevaba sin comer 1 semana. Era suave, negro con los ojos verdes, maullaba cuando lo levantaba, me miraba con cara “Eres mi única esperanza... Aydame”.

-¿Tommy... que es?- Yo ignoré la pregunta, simplemente saqué mi teléfono-

-Ava, …. si.... vale, no te preocupes, vamos a tardar más, hemos encontrado un gato herido, vamos a llevarlo al veterinário, … si vale, nos vemos- Me monté en el coche.- Dyl, por favor ve al veterinario-

-¿Cómo, y este gato?- Me miró con los ojos abiertos como plato. El gato cerró los ojos y pareció morir en mis manos.

-Joder Dyl... arranca- dije comenzando a sollozar- No puede morir por mi culpa-

Dylan aceleró.

Es sorprendente la capacidad que tenemos de amar lo que desconocemos, ya que nunca apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos.


Bueno, pues hoy 2 por si mañana no puedo :·3, amo a  esa enfermera.... Solo una pregunta más...

¿Si el pobre gato sobrevive que queréis que se lo queden o que simplemente lo sanen (si es posible) y lo dejen en libertad?

Espero que les esté  gustando y nada Gracias por leer como siempre hasta mañana.

Cya l@s amo

Una Pluma Roja de mi Ángel (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora