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|Telequinesis|
𝚂𝙾𝙿𝙷𝙸𝙴
—Iré a hablar con Allison —dijo Scott cuando salimos de la veterinaria—. Aprovecharé para mencionarle el libro del que Deaton nos ha hablado.
—Yo iré a Armor Tire, cuando salimos de la pista de patinaje le mandé un mensaje a Stiles y me dijo que había ido a arreglar el coche, ya que Erica se lo desmontó por dentro —dije encogiéndome de hombros—. Así que iré al taller y le contaré todo lo que ha pasado.
—Bien, hablamos mañana —dijo Scott dando unos pasos hacia atrás.
—Hasta mañana —dije despidiéndome de él.
Empecé a caminar hacia el taller, quise darme prisa ya que de la nada empezó a llover bastante fuerte. El sitio no estaba cerca y no tenía coche, así que tuve que hacer uso de mi mejorada velocidad para llegar en tan solo 20 minutos.
Cuando vi el centro de servicio a lo lejos me sorprendí, estaba rodeado de coches de policía y una ambulancia. Me asusté al pensar que le había pasado algo malo a Stiles, así que aceleré el paso. Llegué a dónde estaba el cúmulo de gente y unos agentes me echaron hacia atrás. Era lógico que no me dejaran pasar, y tampoco sabían que el sheriff era mi tutor legal, así que tuve que observar desde el perímetro establecido.
Busqué a Stiles con la mirada desde lejos y vi que estaba sentado al lado de su padre en la ambulancia. Hablaban de algo y me costaba escucharlo entre los murmuros de la gente y el sonido de la lluvia. Hice un esfuerzo mayor para poder entender algo de lo que decían.
—Te lo he dicho, he entrado y he visto el coche encima del mecánico —dijo Stiles tocando su mano derecha, como si algo le molestara—. Eso es todo.
—¿Qué te pasa en la mano? —dijo el sheriff.
—Nada —dijo el chico agitando su mano cansado—. ¿Me puedo ir ya de aquí?
—Oye —dijo Noah después de un silencio—, si hay algo que no quieres decirme...
—¿Crees que miento? —dijo Stiles alzando las cejas.
—No, claro que no —dijo el sheriff observando a su hijo—. Me preocupo por tí. Y si has visto a alguien y te asusta que pueda volver... Asegúrate de no hablar sobre esto.
—No he visto nada, nada —dijo Stiles con un suspiro pesado—. ¿Me dejas irme ya?
—Claro —dijo el sheriff asintiendo—. Pero no en tu coche, se va al depósito. Lo siento, hijo. Es una prueba. Te veo luego.
