¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
|Noche de bolos|
𝚂𝙾𝙿𝙷𝙸𝙴
Estaba en casa de Allison junto a Lydia, esta última me había traído en coche y ahora estábamos esperando a Allison para irnos a la bolera.
La morena abrió su armario y empezó a buscar ropa para ponerse. Lydia y yo dábamos nuestra opinión sentadas en la cama. Allison nos enseñó una camiseta de colores tierra, bastante de su estilo.
—Pasa —dijo Lydia. Allison colgó la camiseta y nos enseñó otra. Esta era de todos los colores, parecía un estampado indio antiguo.
—Pasa —dije adelantándome a Lydia.
La pelirroja se levantó con un gruñido y se acercó al armario ojeando las prendas.
—Pasa, pasa, pasa —empezó a decir—. Eh... Pasa de todos. Mira Allison, estoy empezando a perder el respeto por tu gusto.
—A ver... —dije levantándome. Lydia se apartó y miré entre las camisas. Encontré una que me gustó.
—¿Que tal este? —dije descolgando la percha. Era una camiseta de color negro, un poco transparente por la espalda y llevaba lentejuelas por delante. No estaba mal para salir una noche.
—Eso ya es otra cosa —dijo Lydia con una sonrisa, empecé a entender su gusto.
Allison cogió la camiseta y se miró en el espejo con ella. Me senté en la cama y la puerta se abrió de repente, el padre de Allison entró en la habitación y nos miró.
—Hola, papá —dijo Allison extrañada. Su padre sonrió; era alto, su pelo era rubio/castaño y sus ojos eran de un gris azulado.
—Vaya —dijo dándose cuenta—. Lo siento, olvidé llamar a la puerta.
—Hola, señor Argent —dijo Lydia tumbándose en la cama a mi lado. Yo solo saludé con la mano.
—¿Quieres alguna cosa papá? —dijo Allison.
—Que esta noche no salgas a la calle —dijo el hombre.
—He quedado con mis amigos —dijo Allison.
—No mientras haya un animal atacando a la gente —dijo Argent.
—Papá, papá yo... yo —dijo Allison molesta.
—Hay un toque de queda, no puede haber nadie en la calle después de las 21:30 —dijo interrumpiendo a Allison. Ella tiró la camiseta a la cama de mala manera. Menos mal que mis padres no sabían lo del toque de queda, si no yo tampoco hubiese salido—. Hey, no es negociable.