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|Secretos desvelados|
𝚂𝙾𝙿𝙷𝙸𝙴
De repente, las luces se apagaron. Saltaron las sirenas de comisaría y entonces empezó el tiroteo. Nos quedamos a oscuras, confundidos. Mis garras seguían clavadas en Derek, y no tardó en clavarse las suyas a él mismo con el fin de que la toxina desapareciera de su cuerpo.
Los disparos atronaban con fuerza, Jackson se alejó de nosotros para averiguar qué estaba pasando. Nos quedamos en silencio y Scott entró a la oficina sin Matt.
—Vamos, tenemos que irnos —dijo Scott. Me alejé de Derek y me levanté del suelo, todavía sentía un hormigueo en los pies y las manos, pero podía moverme.
—Ya casi se me ha pasado el efecto y el disparo se ha curado —dije mirando al chico—. Pero Stiles sigue paralizado y Derek todavía no está en condiciones.
—Llevaos a Stiles —ordenó el alfa—. Solo me quedan unos minutos.
Scott y yo asentimos y agarramos a Stiles para salir de la habitación. Avanzamos entre la neblina que había por los pasillos, alguien había tirado bombas de humo para despistarnos. ¿Quién estaba atacando la comisaría?
—Jackson nos está siguiendo —dije agarrando mejor a Stiles.
—Lo sé —dijo Scott.
Seguimos caminando por el pasillo con prisa, a medida que entrábamos en una habitación, cerrábamos las puertas. Pero Jackson acababa rompiéndolas de todas formas. Llegamos a una sala donde la puerta era de metal, la cerré rápidamente y esta se mantuvo sellada.
—¿Se ha ido? —pregunté.
—No estoy seguro —respondió Scott.
—Bueno, dejémoslo ahí —dije encontrando una silla al fondo de la sala. Sentamos a Stiles con cuidado y nos miramos mutuamente.
—¿Y ahora qué?
—Derek necesitará ayuda con Jackson, quédate con Stiles por si pasa algo —dijo Scott.
—¿Qué? De eso nada, vosotros necesitaréis más ayuda que Stiles —negué.
Scott no contestó y salió por la puerta de atrás con desesperación, dejándome con la palabra en la boca.
