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Las reglas están para romperse

- Maestro, ¿en que puedo servirle? - preguntó Hes, la maestra de música.

- Hola, Hes. Vengo por un problemita con Kathleen y Carolina. - dijo pasando.

- ¿Un problema? Ah si, si claro. Acabado de esto iba a ir a comunicártelo.

- No te molestes, Carolina, Kathleen acompáñenme afuera.

- Claro - dije levantándome con ganas.

La cara de Carolina se empalideció, se levanto de su lugar muy lentamente, con miedo.

- Quita esa cara, te delatas tu sola. - reí viéndola.

Las dos salimos hacia el pasillo, cerrando la puerta detrás de nosotras.

- Carolina ¿quieres contarme qué pasó?

- Si, claro. Kathleen me ha estado molestando bastante todo el año, de verdad todo. - se victimizo - Sin embargo, nunca le había dicho nada porque yo si soy educada.

- Se ve - interrumpí.

- Kathleen, deja que termine. - habló Aarón.

- Sigo, desde que llego, Kathleen empezó a molestarme más de lo normal, tal vez porque yo le dije a usted de lo que había pasado en la escuela...

- Yo no-

- Kate. - volvió a decir Aarón - Espera.

Suspiré en alto, rodé los ojos, mientras me recargada en la pared a esperar a que esta tonta siguiera mintiendo.

- Yo sólo le respondí, si bien no fue correcta la forma en la que lo hice, de verdad ya me tenía harta.

- Entiendo, puedes entrar al salón, hablaré con Khatleen.

¿Qué? No le pudo creer a Carolina, ni siquiera cuadra su historia, de verdad Aarón esta idiota, ya se la traen contra mi.

- No puedo creer que le creíste. - hable enojada.

- No le creí. - mencionó.

- ¿Y? - pregunte - ¿Por qué razón ella está adentro y yo afuera?

- Porqué quiero y necesito que seas sincera.

- Venga, dilo. - hable esperando sus preguntas mientras me recargaba en la pared de nuevo.

- ¿La molestas muy seguido?

- ¡Ay por favor! Es la rarita, obvio la molesto seguido.

Aarón levantó su ceja, en un gesto de amenaza.

- Pero ya no- me defendí, riendo.

- Realmente no le creí a Carolina, tiene muchas fallas su historia.

- ¿Entonces?

- Solo quería ver hasta donde mentía, para saber su tipo de castigo. - cuando dijo eso suspire. - ¿Qué paso? - preguntó.

- Nada... yo.

- ¿Tu?

- Se me hace realmente tonto esto, es algo que odio. Lastima mi dignidad, pero, para que te digo... no harás nada.

- Khate, no es que no haré nada... entiendo tú frustración ¿pero no ves tu cambio? - preguntó.

- ¿Mi cambio?

- Has cambiado en pocos días, has estudiado, dejaste de molestar a tu compañera, no dices malas palabras, no gritas...

- Lo hago por necesidad, no porque realmente yo sea así...

- Claro... - dijo sarcásticamente.

- Usted que sabe - rei - Yo no importo, lo que importa es ¿que con Carolina? - pregunte de nuevo.

- No pasa nada, yo lo arreglo.

- Nada más que no haga nada y le juro me encontrara ahorcada. - amenace de broma. - ¿Ya me puedo meter? - pregunte señalando la puerta.

- Claro que si.

- Hasta mañana. - me despedí abriendo la puerta.

Entre a mi salón, la cara de arrogancia de Carolina no me estaba ayudando en nada a calmarme, de hecho me desesperaba demasiado.

- Hey, Kate. - habló Tom detrás mío.

- Dime. - conteste

- Lamentó mucho tener que hacer esto, no sabes-

- No digas nada, después hablamos. - conteste sacando mi laptop.

Me encantaría platicarles más acerca de cómo  son las clases en mi escuela, sin embargo, no creo que realmente les interese del todo y además es bastante aburrido.

Había quedado con Tomás de quedarnos a ver en el salón y donde me había pasado todo esto, para platicar un rato acerca de lo que sucedido, ni a mí me gustaba que me hubiera hecho eso, ni a él le gustaba hacérmelo.

Así que realmente empecé a pensar: El podría ser un buen aliado para que todo eso se terminara y yo pueda seguir con mi plan.

Thomas se quedó hablando con la maestra, así que yo me adelanté para ir al salón donde nos habíamos quedado de ver.

A lo lejos vi a Aaron, se dirigía  hacia arriba de la escuela, hacia los salones de los últimos grados. Era raro puesto que no daba clases en esos salones y ya se había acabado el horario de estudio, para todos.

Si algo verdaderamente me caracteriza además de todo lo malo que ya saben, es que soy muy curiosa, así que en lo que Tom llegaba decidir ir a ver qué estaba haciendo.

Mi curiosidad incrementó cuando vi a Carolina subiendo las escaleras para ir al mismo lugar donde Aaron acababa de pasar.

Subí las escaleras de manera rápida pero silenciosa no quería perderme absolutamente nada de lo que pasara, quería ver si la castigaba y quería ver si le había lo mismo que a mi, para burlarme.

- "Sólo te pido que tengas cuidado con como tratas a Kathleen, ella es bastante explosiva."

- "Claro que sí maestro, tendré más cuidado en cómo le digo las cosas solamente quería desquitarme, no pasara de nuevo"

Esto tiene que ser una broma, sí o sí; pero al ver lo honesto que estaba siendo el maestro, decidí empezar a grabar su plática, uno nunca sabe si pueda funcionar.

- " Se supone que por ese comportamiento debía de castigate, sin embargo no lo haré"

- "Se lo agradezco mucho de verdad, prometo que no volverá pasar aunque realmente las cosas no fue como ella lo dijo, tratare de no hablarle."

- "No puedes, ni debes de decirle a nadie sobre esto, estoy rompiendo una regla por ti, ningún tipo de actitud de esa manera, sin contar que me mentiste, debería ser tolerada"

- "No dire nada"

Apague la grabación y bajé rápidamente las escaleras espero al menos que no sean escuchados mis pasos y aunque así fuera ya no me podrían ver.

El enojo oa a inundando mi cuerpo, Aarón le perdono incluso que me haya dicho ese tipo de cosas, que, evidentemente no me lastimaron pero que creía que al menos le harían algo.

No me iba dejar cegar por el enojo. Como el dijo: "Esta rompiendo una regla".

Lying SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora