Confianza.
¿¡Que hace aquí!? No puede ser, si vino aquí es porque debe estar verdaderamente enojado, Kate solo a ti se te ocurre hablarle así, luego después de que ya se tienen confianza. ¡Soy tan idiota!
Deje mis pensamientos a un lado, no estaba ayudando en nada meterme ideas en la cabeza, tome mi celular y baje, ya me había tardado un poco por estar pensando en que hacía aquí.
Abrí la puerta de mi casa y vi el carro de Aarón ahí, estacionado. Tenía el brazo apoyado en la parte de la ventana, su mirada era seria y se le notaba irritado.
Supongo que mi reacción a su cara, fue muy expresiva ya que suspiró y relajó la mirada, salió del carro y camino hacia mi puerta, yo no me había movido ni un milímetro.
Inclinó un poco su cuerpo hacía mi, tomando mi brazo y levantándolo. Rodeó mi mano con las suyas y le dio un pequeño golpe.
- Hola, preciosa. -
- H...hola. - me sorprendí por mi nerviosismo, creí que no se notaría pero, de solo escuchar como hable, claro que lo debió notar.
- Venté vamos. - dijo jalando suavemente mi mano, giré mi cuerpo para cerrar la puerta con llave. Después, Aarón me guió hasta la puerta del carro y la abrió, metiéndome ahí.
Cuando cerró la puerta deje salir todo el aire que por alguna razón había estado aguándome, tenia mis manos entrelazadas, jugando con mis dedos, mientras veía el mismo cartel una y otra vez.
Se abrió la puerta del piloto y Aarón entró sentándose y acomodando sus cosas antes de arrancar, yo seguía analizando el cartel.
Puso sus manos en el volante y sentí su mirada sobre mi, mantuve la mirada un segundo más en el cartel y la baje a mis manos, voltee a ver a Aarón quien me veía detenidamente.
- ¿Qué? - me atreví a preguntar, aunque supongo esa no era la manera correcta de hacerlo ya que levantó la ceja. - ¿Qué pasó? - corregí.
- Tú cinturón.
- Ah, si. El cinturón. - dije poniéndomelo - Listo -
- No asististe a la última clase. ¿Por qué? - preguntó una vez que arrancó, mirando la carretera.
- No me sentía a gusto de volver al salón.
- ¿No te sentías a gusto? ¿ Y por eso decidiste saltártela?
- Sí, bueno... no me di cuenta cuando empezó.
- ¿Ah, no te diste cuenta? Entonces me imagino que no le pediste a Lehi que se quedara contigo una hora más...
¡¿Qué este señor tiene ojos en todos lados?! Si quería empeorarlo, definitivamente lo hice.
- Ah, si, bueno... entonces creo que si me di cuenta. - reí nerviosa.
- ¿Ahora con mentiras, Kate? Entre todas tus faltas, nunca hubo una mentira.
- Es que... aveces son necesarias. -
- ¿Necesarias? - cambió su tono de voz.
- ¡No! No como tal, quiero decir-
- ¿Mentir es necesario?
- No, no me refería a eso yo-
- Eso dijiste, son necesarias ¿es necesario mentirme?
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Lying School
Teen Fiction"Amarte, cariño, siempre fue como bailar sin música, diferente pero complicado"