Fallos
- ¿Que lees? - preguntó viendo mi celular.
- Ah. - cambie de chat. - Mi mamá, hoy llega.
- ¿Es buena noticia?
- Si, es buena. - sonreí.
- Pero aún quieres saber algo sobre tu padre ¿no?
- Si... lleva mucho sin mandarme nada. - baje la sonrisa. - Tal vez mi mamá traiga noticias. - trate de animarme.
- Veras que si, traerá muy buenas noticias. - acarició mi cara.
- Duerme un poco, aún es de noche. - acaricie su pelo. - Duerme.
- No puedo dormir si tú estás despierta. - subió su cuerpo un poco más a la cama, dejando mi cabeza en su brazo.
- No tengo sueño, no pasa nada, tu descansa.
- ¿Te canto para dormir? - preguntó de juego.
- ¿Lo harías?
- Claro que lo haría, soy capaz de montarte una obra musical aquí si gustas.
- No puedes ni moverte.
- Bueno... sería una obra musical con personajes lastimados. Se llamará "El pueblo balaceado"
- Reí fuerte - En definitiva compraría boletos para esa obra. - Seguí riendo con el. - Mejor cuéntame un cuento. - propuse de broma.
- Si quieres.
- ¿De verdad?
- Claro, solo si prometes dormite.
- Lo prometo. - me apresure a decir acomodándome bien.
- Bien. - aprovechó para acomodarse. - ¿De que quieres?
- Mmm, ¿hadas?
- Muy bien. Érase una vez un bosque de hadas... - comenzó por contarle el cuento, que, al cabo de tres minutos, culminó con un final feliz. - Ya descansa, Kate. - beso sus labios.
- Se supone debiste contar un cuento aburrido para dormirme, no para estar tan atenta.
- A dormir, dije. - rio tapándola. - Descansa.
—-
Por la mañana, Kate se levantó temprano a preparar de desayunar, Aarón no podía hacer movimientos fuertes como ponerse recto, ya que la herida podría abrirse.
Al cabo de una hora, subió dos platos de fruta picada y otros dos de hot cakes. Además de cuatro vasos, dos de jugo de naranja y dos de leche de almendra.
- ¡Buenos días! - saludó a Aarón quien levantaba con cuidado su cuerpo.
- Buenos días, preciosa. ¿Por qué no le levantaste? - preguntó - No me gusta que hagas todo sola.
- Ah, no te apures, cuando sane tu herida, te tocará a ti traerme el desayuno - le giño el ojo, acercándole el plato de fruta.
- Cuenta con ello. - sonrío tomando el plato - Gracias.
- ¿Vemos una película? - preguntó Kate, sentada a un lado de él, igualmente con su plato. - Ven, precioso. - palmeo la cama al ver a Nuit llegar.
- Claro ¿cual?
- Dame un minuto, me marca mi mamá. - dejó el plato sobre la mesa, tomando su celular y saliendo. - ¡Que no se tomen la leche! - gritó viendo pasar a Hiver.
- ¡Si, yo los detengo! - alcanzó a escuchar a Aarón.
- ¿Bueno?
- ¡Hija!
- Hola, mamá. ¿Cómo estuvo el viaje?
- Nada diferente, llegamos rápido. ¿Estás en la casa?
- No, estoy en...
- ¿Con Logan?
- No, con el no.
- ¿Con el otro joven?
- Si, con el. - respondió. - Si quieres te veo en la casa.
- No te preocupes nena, me encantaría conocer a ese tal chico... ¿te molesta si lo conozco?
- Para nada, pero no se puede mover mucho, no creo poder salir a algún lado con el.
- Ah, sin problema, llegó yo allá donde estén. - rio por la línea - Pregúntale y me dices. Te dejo, linda.
- Adiós, mamá. - colgué caminando hacia Aarón - Hola.
- Hola, ¿todo bien?
- Si...mi mamá quiere venir.
- ¿Aquí?
- A conocerte, si.
- Ah, pues perfecto. Déjame ayudarte a ordenar.
- Acaba de llegar, aún tarda, sigamos desayunado. - dije mandándole la ubicación del departamento a mi mamá.
- Creo que no hay luz, la tele no prende.
- Mhh, ahorita checo. - comenté desactivando el internet de mi celular, para que no agarrara otras señales.
Durante toda la mañana, nos dispusimos a hablar, mientras arreglaba el poco desorden que había en el departamento. Pasamos mucho tiempo desayunando y un rato más en ordenas así que hasta el final fui a checar el la luz.
Al parecer nadie en el edificio tenía luz, justo cuando llegue, un recepcionista me habló.
- Señorita ¿se le fue la luz?
- Así es, llevo toda la mañana sin luz.
- Perfecto, ¿Qué pisó es?
- El doce.
- ¿El piso doce ya está? - preguntó a otro compañero. - Listo, señorita, ya está la luz en su departamento. Gracias por la espera.
- No, gracias a ustedes. - respondí cambiando al ascensor.
- ¡Kate! - escuché una voz aguda tras de mi.
- ¡Mama! Que rápido llegaste. - la abrace en cuanto llegó junto a sus dos guardias.
- Lo se, venía rápido. - sonrío. - Aquí quédense chicos, los veo en un rato.
- Buenos días, gracias. - salude a los guardias. - Venté ma'.
- Ya quiero conocerlo. - dijo entusiasmada cuando llegamos al ascensor. - Se ve que es un buen chico, además que guapo es. - golpeo mi costilla suavemente con su codo.
- Te caerá bien...
Y como fue, al llegar Aarón estaba parado frente a la puerta, saludo con un beso en la mano a mi mamá quien gusta acepto el saludo.
Durante el primer instante, comenzaron a hablar de todo tipo de temas, dejándome a mi como si fuera la visita.
Aún así, me encantaba la idea de que mi mamá se abriera a conocer a otros chicos que me gustaran.
- Si me permiten, iré al baño. - anuncié subiendo al baño. Una vez ahí, me subí al lavamos y abrí WhatsApp, quería contarle todo esto a Lehi.
La ubicación del departamento de Aarón no se había mandado al teléfono de mi mamá, se me olvidó activar mis datos y sin luz, el internet no funciona.
La ubicación no se había mandado, seguía cargando. ¿Cómo llegó hasta aquí sin la ubicación?...
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Lying School
Teen Fiction"Amarte, cariño, siempre fue como bailar sin música, diferente pero complicado"