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Herida

- ¡Mierda! - me queje.

- Ese lenguaje es inapropiado, no quieres seguir por ahí.

- ¡Ya, Aaron!

- ¿Ya que?

- Ya para con esto, es ton ¡Ay!.

- No, así menos. - continuo estampando su mano. - ¿Cómo es posible que seas así de irresponsable? - Dijo continuando con los golpes.

- ¡No fui irresponsable!

- ¿Ah no? - preguntó parando las nalgadas para escuchar bien a Kate.

- Eres muy aburrido, porque crees que fui irresponsable, pero no. - contesto con la respiración alterada.

La joven aprovechó que Aaron se llevo las manos a la cabeza desesperado para salir con rapidez de su cuerpo, estopándose en el suelo y corriendo hacía arriba.

- No es cierto, ¡Kate!.

- No me atraparas, maldito viejito. - rio caminando por el segundo piso. Aaron se levanto subiendo a buscarla, Kate era muy despreocupada, de seguro debió haberse metido a algún cuarto sin importarle que hubiese ahí.

Durante unos minutos, el joven maestro comenzó a pasar por toda la casa, al no encontrar rastro de la joven astuta, reviso las cámaras, viendo que se había metido a su cuarto, debería estar en el closet.

Kate arrugo la nariz cuando lo escucho entrar, Aaron primero paso al baño y en ese lapso la joven salió corriendo al primer piso, protegiéndose de que Aaron no la agarrara.

- Bueno, pero... ya entendí, entendí tu punto. Digo, no hay porque seguir, si ya entendí ¿para qué?

- Kate, no está en discusión. - dijo de frente a ella, igualmente en el sillón.

- ¡No! ¡No tienes que hacerlo, si ya entendí!

- Pásate para acá.

- No.

- Kate...

- No. - dijo rodeando el sillón, ya que él venía hacía ella.

- Kate, por Dios. - dijo desesperado pero sonriendo.

-Hiver, dile que me deje en paz. - vio al gatito que corría junto con ellos.

- Kate, ven. - volvió a decir seriamente. - No estoy de broma.

- ¡Que ya! - hablo cargando al gato. - Ves, ni ella quiere que lo hagas. - Tomo la patita del gato, moviéndola de arriba a abajo

- Kate - dijo cerca de ella, a un movimiento de jalarla.

- ¡Te vi! - salió corriendo a la cocina y rápidamente se escucho un quejido.

- ¿Qué paso? - pregunto Aaron llegando.

- ¿Por qué tienes una navaja en la mesa? - pregunto detrás de la mesa, solo se le veía medio cuerpo.

- ¿Navaja?

- Ahí - dijo apuntando.

- ¡¿Te cortaste?! - preguntó viendo la sangre en el abre latas que si, estaba pegado a la mesa.

- Sí, pero poquito. - dijo - Aún así, no te hagas el superhéroe y me quieras curar. - rio - ¿Tienes servilletas?

- Ven, Kate. ¡Hay sangre en el abre latas, si te cortaste, además venias rápido.

- Dame algo para limpiarme, no te me acerques, se tus malas intenciones conmigo. - rio.

- Te cortaste mucho ¿verdad?

- No, poquito. - bajo la mirada riendo.

- ¿Y por qué ríes tanto? solo lo haces si estas nerviosa.

- Siempre estoy riendo, pero con viejitos no lo hago. - volvió a reír.

- Si te cortaste mucho. - afirmó.

- Si. - dijo alargando la i, notando como su pantalón se ponía color rojo de algunas zonas.

- Ven, no te hare nada, lo prometo. Aquí acaba tu castigo, déjame desinfectarte. - dijo acercándose a la joven. - ¡Por Dios, Kate!

- Fue pequeña la cortada, es mas sangre que otra cosa. - dijo calmándolo.

Aaron posiciono sus manos en la cintura de la joven, se acerco a ella y apretó suavemente su cintura, Kate volteo a verlo, Aaron bajo la mirada a su pierna para después notar la mirada de la joven.

- Solo te voy a subir. - susurro cerca de la cara de la joven, cargándola y poniéndola en la barra de la cocina, para ver mejor la herida.

- Si. - carraspeo volviendo la mirada a su pierna.

- Voy por el botiquín, no te muevas. - dijo saliendo de la cocina.

Kate, recorrió con su mano su cintura, recreando el agarre de Aaron, se había sentido la tensión, pero rápidamente la quito, como si Aaron supiera lo que estaba pensando. El filo había cortado la tela de su pantalón y un poco de su piel por lo que la sangre había goteado la tela de abajo.

- Listo, sigue sangrando mucho. - dijo dejando todo en la mesa. - ¿Dónde fue? - pregunto ya que la herida era del mismo tamaño que la abertura del pantalón, muy delgada.

- Ahí, no puedes limpiar...

- Ya lo note, ¿te importa si corto un poco arriba tu pantalón?. -

- No, no pasa nada. - dijo, la herida había sido tal vez a la mitad del muslo, si cortaba un poco más arriba el pantalón, no se le vería nada.

- Bueno. - agarro unas tijeras y las metió por el principio de la línea rasgada.

- ¡Ah! - se quejo cuando trato de mover las tijeras, no tenia nada de movilidad por lo cual, lastimaba la herida. - Déjalo, solo... voltéate. - dijo agarrando el botón de su pantalón.

Aaron entendió al instante lo que iba a hacer y se volteo, preparando el alcohol en el algodón.

- Listo. - dijo la joven, se había quitado el pantalón solo de esa pierna, cubriéndose lo poco de la otra con todo el pantalón restante.

- Va a doler.. - dijo poniéndole en algodón sobre la herida.

- ¡Mínimo hubieras contado! - se quejo recargándose en el hombro de Aaron.

- Hubiera dolido más. - sonrío tirando el algodón y colocándole otro limpio, igualmente lleno de alcohol, ignorando los quejidos de la joven, al menos eso se le daba bien.

Aaron termino de limpiar, era una herida larga por eso tanta sangre, pero no era profunda. Tomo la mano de Kate, con suavidad, la mantuvo agarrada unos segundos, después, le dio un algodón con alcohol y llevo la mano de la joven a su herida.

- Mantenla ahí. - dijo viéndola fijamente...

- Si...

Aaron se acerco a ella, tomando la venda que dejo cerca de su otra pierna, estirándose para no incomodar a la joven, pero al mismo tiempo estaban cerca. Cuando comenzó a separarse, volteo a ver a Kate, paro un segundo viendo su cara, pero rápidamente bajo la mirada a la venda. Podía escuchar la respiración de la joven, mientras desenvolvía la venda.

- Aaron... - dijo acercando su cuerpo, muy poco pero notorio.

- ¿Si? - pregunto viéndola fijamente, notando el nerviosismo en la joven. Kate mantuvo muy poco la mirada, bajo la cabeza negando.

- No, nada. - dijo tomándole la venda a Aaron rozando sus manos.

En cuanto Aaron dejo de tener la venda, llevo sus manos al cuello y cara de la joven, haciendo que volteara a verlo, con los ojos muy abiertos, Kate acerco su cuerpo a el, teniéndolo casi pegado. Ninguno decía nada, no querían decir nada.

Querían demostrarlo.

Lying SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora