Amantes de Sangre

Cap. 3

-Kaname, ¿Qué te pasa? desde la mañana haz estado muy distraído e incluso esta es la segunda vez que te gano en el ajedrez con cuatro simples movimientos-dijo Ichijou cuando derribo mi rey.

-no tengo ánimos de jugar-apoye un codo en la mesa y acomode una mejilla en la palma.

-Kaname en la mañana me dijiste que encontraste algo muy interesante, ¿Qué es?-pregunto mirándome curioso.

-mejor dicho ¿Quién es?-le corregí, me miro sorprendido-me siento atraído por la sangre de una persona-confesé sin pudor alguno.

-¿Quién es?-pregunto muy serio. Ichijou podía ser mi amigo más fiel, pero no le gustaba las infidelidades.

-me vas a matar cuando sepas-dije algo divertido, no sé, pero esta situación me divertía de sobre manera, él me miro serio como si estuviera haciendo el pecado más grande del mundo-no me mires así, no le voy hacer infiel a Yuuki, a estas alturas sería absurdo.

-ni aunque lo juraras te creería, sabes que tomar la sangre de alguien es como un afrodisiaco, una vez que tomes de la sangre de una persona vas a querer más de esa persona, ahora dime ¿Quién es?-odiaba cuando Ichijou tenía razón.

-es Zero Kiryuu-confesé. Por suerte Ichijou tenía la mandíbula pegada a la cabeza o si no estaría tirada en el piso.

-estas demente, ¿cierto?-me encogí de hombros.

-sabes que es algo instintivo, ojala se pudiera controlar.

-¿que voy hacer contigo, amigo?, estaría bien que fuera una mujer te entendería, pero con un hombre y más encima un cazador-dijo algo irritado se notaba a leguas que quería golpearme-tienes que alejarte de él, Yuuki te ha sido muy fiel.

-ni aunque quisiera me pudiera ser infiel, sino mal te recuerdo ella no se deja tocar ni por mí ni por nadie-se encogió de hombros como si me entendiera- y sabes que Kiryuu está aquí porque está obligado…-de repente se me vino una brillante idea, con la cual se me dibujo una sonrisa en la cara, a Ichijou se le erizo la piel. 

-Kaname sácate cualquier idea loca de la cabeza-me levante.

-si Ichijou solo voy a ver si mi amada esposa ya llego-dije dirigiéndome a la puerta.

-vuelve aquí mentiroso-grito cuando cerré la puerta de mi estudio de golpe.

La idea que tenía en mente era la mejor que se pudo haber ocurrido en toda mi eternidad, solo me faltaba encontrar el punto débil de Zero…