Cap. 5

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A la mañana siguiente estábamos todos tomando el desayuno, yo estaba en la cabecera, a mi lado izquierdo estaba mi esposa, al frente de ella estaban Ruka y Rima, al lado de ella estaba mi primo, Shiki, al frente de él estaban Aido y Kain, y al frente mío estaba Takuma que me miraba muy serio.

-"todavía está enojado"-pensé

-querido-me llamo Yuuki.

-¿sí?

-estaba pensado que sería divertido ir al lago-dijo con una sonrisa-hoy hace un clima excelente para ir a nadar, a todos nos falta un rato de diversión-todos asintieron con entusiasmo.

-bien, arreglen las cosas, nos vamos con al medio día, ¿les aparecen?-todos asintieron.

-gracias, amor-dijo Yuuki agarrándome de la mano.

-tengo que arreglar un asunto y te ayudo hacer los preparativos-dije besándole la frente, me levante y me retire del comedor.

Salí de la mansión, caminaba algo apresurado, tenía que encontrarlo antes de las 11 para ayudar a mi esposa.

-Seiren-la llame

-sí, Kaname-sama-apareció a frente mío haciendo una reverencia.

-¿Dónde se encuentra, Kiryuu-kun?

-está en el bosque tomando una siesta-respondió enseguida.

-gracias, anda donde mi esposa y ayúdale en lo que puedas-le ordene.

-como ordene-se dirigió hacia la mansión.

Camine hacia el bosque, Akatsuki ayer dijo que parecía un acosador, pero con Zero no me molestaba serlo, su aroma era como un imán era embriagador, no entendía como alguien como Kiryuu podía atraerme tanto con su sangre y aunque me molestaba un poco en admitir también me atraía su forma de ser, me trataba a la par y decía lo que creía de mí, no como los demás que me trataban con respeto y aguardan silencio por temor a mi...

Me detuve delante de sauce que daba bastante sombra, en la cual estaba protegiendo a Zero de los rayos del sol. No pude evitar mirarlo y sentir el aroma de su sangre haciendo que me ardiera la garganta por la sed.

-Kiryuu, despierta-le ordene pateándole la pierna.

-ahora uno no puede dormir unos minutos, porque cierta sanguijuela me lo ordena-dijo sarcásticamente, se estiro antes de levantarse-¿Qué quieres, Kuran?-bostezo.

-te quiero proponer algo-

-¿Qué cosa?-pregunto alzando una ceja.

-no es nada indecoroso, Kiryuu-dije soltando un risita-te quiero pedir que seas mi ayudante.

-¿estas bromeando?-dijo confundido

-no, tú eres el mejor cazador y aparte eres un vampiro, me sirves más en ese trabajo que estés vagando por la mansión sin hacer nada-me miro como si intentara encontrar una lógica en esto-y también vas a tener más libertad

-lo siento, pero no me interesa-paso al lado mío, pegándome son su hombro. Lo agarre de la mano, al contacto sentí una corriente eléctrica correr por mi columna, Zero se soltó enseguida de mi agarre.

-vas a poder utilizar a Karu, si lo deseas u otro caballo-al decirlo se le iluminaron los ojos.

-voy hacer tu ayudante con otra condición

-¿Cuál?

-en traer a una yegua de mi academia-dijo

-está bien, la puedes traer cuando puedas-se le dibujo una sonrisa-bien ahora te dejo, mañana vas empezar con tu nuevo trabajo.

Me dirigí a la mansión, cuando llegue estaban subiendo todas las cosas al auto, todos estaban muy entusiastas con el paseo. Yuuki al verme corrió a mi encuentro.

-está todo listo, amor-dijo abrazándome.

-me alegro, cariño-dije besándole la frente, sentí un intensa mirada en mi espalda-mejor apurémonos, para que regresemos temprano y disfrutemos mucho-Yuuki asintió con una sonrisa.

Me agarro de la mano y caminamos hacia el auto donde todos nos esperaban. Antes de meterme en el auto dirigí mi mirada hacia el bosque para encontrarme con Zero apoyado en un árbol con el ceño fruncido, le dedique una sonrisa, abrió los ojos como platos por la sorpresa y desvió la mirada ocultando el leve rojo de sus mejillas, solté un risita y me metí al auto...

Amantes de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora