Cap. 7

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Llegamos a la mansión al anochecer. Cargue a Yuki hacia nuestra habitación, estaba durmiendo plácidamente en mi brazos. La deje suavemente en nuestra cama, le saque los zapatos y la tape con las cobijas.

-buenas noches, Yuki-susurre besándole la frente.

Salí cautelosamente de la habitación. Al estar en el pasillo me puse a recorrer la mansión, en los cuales hace muchos años atrás pase momentos inolvidables junto con mi familia, ahora también tengo momentos especiales, pero con los que tengo junto con mis padres eran irremplazables. Sin darme cuenta llegue al patio trasero, era raro, mis pies inconscientemente me llevaron hacia allá como si algo me atrajera. Camine por el extenso terreno, hasta que pise algo de metal, era un arma, la cual reconocí enseguida, era el arma de Zero, el cual esta unos poco metros separado de ella, estaba acostado con la manos detrás de la cabeza, estaba durmiendo.

-así que por esto vine aquí-murmure sentándome justo al lado de su arma.

La tome y me dio una pequeña corriente eléctrica, pero no la solté, era un poco pesada y tenía el sello de una mariposa y tenía escrito “Bloody Rose”.

-suelta mi arma-escuche.

-es muy bonita-la deje donde la había tomado.

-¿Qué haces aquí?-pregunto sentándose.

-solamente vine a dar una vuelta-mentí

-bien por ti.

-¿ya viste lo del traslado de tu yegua?-pregunte.

-ah sí, mañana llega-se le dibujo un leve sonrisa-Cross casi le da un ataque al ver que me iba a llevar su mejor yegua.

-me lo imagino-dije-así que te gustan los caballos.

-sí, desde pequeño.

-me hubiera gustado ver como eras de pequeño-comente sin querer.

-¿para qué?

-solamente ver, como eras antes de tener todo ese odio hacia nuestra especie.

-siempre los odie-dijo sin titubear

-¿y a mi, me odias?

-por supuesto-respondió frunciendo el ceño.

-que lastima, a mí me encantaría hacer tantas cosas contigo-dije agarrándole del mentón

-suéltame-se soltó de mi agarre-eres un engreído, solamente porque eres el rey de un puñado de sanguijuelas, crees que todos van a caer a tus pies-tomo su arma para después levantarse-nunca me interesaría en una persona como tú-me grito para después dirigirse al bosque.

Me quede viendo cómo se iba echando humo, era divertido. Por su comportamiento me mostraba todo lo contrario de lo que había dicho.

-nunca digas nunca, Zero-murmure acostándome en el pasto.

 Tenía que tomar de la sangre de Zero para sacarlo de mi cabeza, no amaba a Yuki, pero no quería hacerle daño con una infidelidad…

Amantes de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora