Cap. 31

11.4K 737 4
                                    

-va todo de maravillas-dijo Takuma, después de hacerle un chequeo a Zero.-debes seguir con mis indicaciones y no tendría que haber ningún problema.

-muchas gracias, amigo-dije con una inmensa sonrisa.

-bien, entonces me retiro-me guiño un ojo antes de salir de la cabaña.

Zero, de la nada me agarro y me dio un apasionado beso, el cual respondí enseguida. Ya tenía 7 meses de embarazo y todo iba de las mil maravillas, el vientre de Zero ahora era muy notorio  y se veía hermoso. Aparte la próxima semana salía los papeles de divorcio, lo cual significaba que en dos semanas podía llevarme a Zero a vivir conmigo y, al fin, íbamos hacer una verdadera familia.

-¿satisfecho?-pregunte cuando, al fin, Zero soltó mi cuello.

-sí, gracias-dijo lamiéndose los labios-creo que bebí demasiado.

-no te preocupes, bebe lo que tengas que beber-dije despeinándole.

-este pequeño ha estado muy inquieto-comento agarrando mi mano, acercándola a su vientre.

-Wow… está todo revoltoso-dije sorprendido.

-está contento.

-obvio que está contento, sus padres se aman y lo aman-le di un sutil beso.

-así, cualquiera-rio, amaba cuando reía de esa manera. Una risa de felicidad plena.

-oye, hijo mío-dije acercándome al vientre-aquí afuera, todos te están esperando con los brazos abiertos. Tus padres, todos tus tíos, Takuma; Shiki; Akatsuki; Seirin y sobre todo tu tío Aidou, también tus abuelos Kaien y Toga, por eso cuando nazcas serás el niño más amado del mundo.

Levante la vista, encontrándome con unos ojos amatistas cristalino que me miraban con mucho amor, amor que era totalmente correspondido y siempre lo seria…

Debido a algunos problemas en el consejo y con Yuki, hace 5 días que no he podido ir a ver a Zero, por lo cual andaba con un humor de perros y estaba seguro que mi estado de ánimo era por los dos. Yuki andaba todo el día detrás mío, como un perrito, lo cual estaba a punto de perder mi poca paciencia, aunque hoy estaba más relajado, ya que no la había visto en todo el día, lo cual agradecía muchísimo.

-¿Kaname-sama?-escuche desde la puerta de mi despacho.

-pase-dije dejando los papeles que estaba leyendo.

-Kaname, siento la interrupción, pero debía entregarte estos papeles con urgencia-dijo Akatsuki algo apresurado.

-¿Por qué tan apresurado?-pregunte recibiendo los papeles.

-tuve que dejar a Aidou solo con Kiryuu, quien últimamente parece asesino serial-dijo soltando un sonoro suspiro.

-solo tienen que aguantar una semana más-dije compadeciéndome de ellos-hoy sale el divorcio y en unos días Zero se va poder venir a vivir acá.

-no sabe cuánto me consuela oír aquello-se sentó al frente mío-con todo respeto, Kiryuu es un demonio.

-eso lo tengo claro-dije riéndome, eso lo sabía muy bien-te agradezco mucho la paciencia que has tenido con él, nunca voy a poder pagarles por este enorme favor.

-con que nos des unas buenas vacaciones, más que pagado-dijo sonriendo.

-hecho, pero después del nacimiento de mi hijo, no antes.

-por nada en el mundo nos perderíamos el nacimiento de ese niño.

De repente, la puerta del despacho se abrió asomándose un sonriente Takuma.

-¿necesitas algo?-pregunte.

-nada-contesto sentándose al lado de Akatsuki.

-¿Por qué tan sonriente, Takuma-san?-pregunto Akatsuki.

-por algo que sospecho, pero cuando lo confirme van hacer los primeros en contárselo-dijo con una sonrisa más que reluciente, nos miramos con Akatsuki sin entender nada.

Un escalofrío hizo que me estremeciera entero.

-¿Qué te sucede?-pregunto Takuma, mirándome preocupado.

-no sé, de la nada un escalofrío me recorrió por la espalda-al decirlo la imagen de Zero atravesó por mi cabeza.

En un segundo, Akatsuki se levantó de golpe y comenzó a botar sangre por la boca, nos quedamos mirando entre nosotros con el miedo latente en nuestros rostros.

-Aidou está herido-informo limpiándose la boca con el dorso de la mano.

-Zero.

Amantes de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora