Cap. 4

15.3K 970 10
                                    

Aido, te estaba buscado-le dije después de haberlo buscado por toda la mansión para después encontrarlo en el balcón principal tomando té junto a Kain.

-¿Qué desea, Kaname-sama?-dijo levantándose de su asiento.

-necesito que me busque todo lo que hay de Kiryuu Zero.

-¿puedo saber la razón?-pregunto tímidamente

-no-conteste enseguida-solo quiero que hagas eso para la noche.

-como ordene-dijo haciendo una leve reverencia.

Me retire de ahí, mi plan solamente necesitaba eso, sabía que Kiryuu no iba aceptar a la primera, pero si le daba algo a cambio iba cambiar enseguida de opinión.

-Seiren-la llame.

-sí, Kaname-sama-de la nada apareció adelante mío arrodillada con la cabeza gacha.

-necesito que vigiles a Kiryuu Zero, sin que él te detecte, ¿entendido?

-como ordene-desapareció de mi vista.

-pareces acosador, Kaname-escuche a mi espalda, me di vuelta para ver a Kain-¿Por qué te interesa tanto ese cazador?

-no es de tu incumbencia, Akatsuki.

-la última vez que te vi tan interesado en alguien fue con Yuuki y eso fue hace muchas décadas atrás-dijo apoyándose en una pared, fruncí los labios-bien lo que hagas es cosa tuya y si le vas hacerle infiel a Yuuki también es cosa tuya, lo único que sé que pase lo pase el consejo se irá encima tuyo y la guerra estará a la puerta.

-la guerra con el consejo y la familia Kuran siempre ha estado, pero saben que si se van en contra mía tiene todas las de perder.

-es verdad lo que dices y también tiene buenos aliados que estarán en tus filas.

-¿y tú Akatsuki? ¿En qué filas estarás? Nunca me has sido muy fiel que digamos-dije

-en la fila que este Aido, por supuesto-dijo chistando la lengua.

-imaginaba que ibas a decir eso.

-bien, lo único que te pido Kaname, es que no nos metas en tu enredos amoroso-soltó una risita.

-me parece justo-

Kain me dejo solo con mi conciencia, las cosas iban a cambiar y no sabía si era para bien o para mal.

Estaba acostado leyendo un libro mientras que Yuuki estaba durmiendo plácidamente al lado mío, todo estaba todo en perfecta  tranquilidad hasta que unos golpes de la puerta lo arruino.

-pase-dije cerrando el libro. Se abrió la puerta dejándome ver a Aido.

-perdón, Kaname-sama por molestar, pero tengo lo que me pidió- dijo.

-espérame en mi estudio, enseguida te alcanzo-hizo una reverencia para después irse.

Me levante de la cama para ponerme mi bata de seda negra.

-¿Qué pasa, Kaname?-me pregunto Yuuki, sentándose sobándose el ojo derecho.

-nada, solamente que tengo que ir a ver unos papeles, enseguida vengo sigue durmiendo-le dije besándole la frente, se recostó de nuevo para después dejarla sola con sus dulces sueños.

Al llegar a mi estudio, Aido estaba sentado al frente de mi escritorio con una carpeta en sus manos.

-bien, ¿que encontraste, Aido?-pregunte sentándome en mi asiento de cuero detrás del escritorio.

-muy poco, ese cazador no tiene mucha vida que digamos-comento pasándome la carpeta.

-pero encontraste algo ¿cierto?-dije alzando una ceja.

-sí, vivió hasta los 10 con sus padre y su hermano gemelo, los cuales fueron asesinados por una purasangre, fue alumno de Yagari Toga, ah y después de la muerte de sus padres estuvo en la tutela de Cross Kaien.

-mmm… fue criado por los mejores cazadores, ahora entiendo que a pesar que es un vampiro en la asociacion lo aceptan-dije mirando la capeta.

-sí, tiene santos en la corte-comento Aido soltando un suspiro-termino sus estudios hace dos años atrás en la Academia Cross, estudiaba y hacia su trabajo de cazador. No entiendo cómo pudo salir con los mejores puntajes.

-Aido-le llame la atención.

-lo siento.

-¿no tienes su gustos o algo por el estilo?-pregunte ojeando los documentos de la vida de Zero que habían en la carpeta.

-ah sí, en todos sus años en la academia gano todas las carreras de caballos que se presentaba, los cuales son demasiados, aparte de eso le fascina la literatura y las armas de fuego, aparte de eso nada más.

-gracias, hiciste un muy buen trabajo, ahora puedes irte a descansar-dije leyendo los documentos.

Soltó un suspiro y se dirigió a la puerta para dejarme solo. En la carpeta había una foto de Zero con su uniforme de la academia, se veía muy bien.

-así que te gustan los caballos-dije llevándome la foto a los labios-te tengo, Zero-gire mi silla para mirar por el ventanal donde se podía ver la resplandeciente luna llena…

Amantes de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora