Junto con Zero nos encontrábamos pasando por los jardines, a pesar de que Takuma le había pedido a Zero que guardara reposo, ya que faltaba muy poco para que naciera nuestro hijo, pero para desgracia de Takuma, Zero odiaba estar en cama y que aparte yo no pudiera decirle "no" a mi amante. Él iba agarrándome del brazo, su vientre era muy grande, por lo cual le costaba bastante caminar.
-¿Cómo te siente?-pregunte al sentirme algo inquieto, lo cual significaba que él lo estaba.
-estoy bien-dijo algo decaído-tan solo estoy algo cansado, eso todo.
-mejor siéntate-lo guie hacia una banca de piedra que había en el jardín. -¿quieres algo?
-tengo algo de sed.
-enseguida te traigo algo.
Me dirigí de vuelta al a mansión, cuando me faltaba algunos metros para llegar a la puerta de la cocina, una punzada me atravesó la espalda haciendo que cayera de rodillas. Me costó algunos segundos recuperarme de aquello, al hacerlo me levente y corrí a todo velocidad hacia donde había dejado a Zero, quien estaba jadeando, agarrándose del vientre y con un charco de agua en sus pies.
-Kana... el bebé-dijo jadeando haciendo una mueca de dolor.
-te llevare a la mansión.
Lo tome en brazos y lo cargue con cuidado hacia la mansión. De una patada abrí la puerta principal.
-¡Takuma!-grite cruzando el vestíbulo. –Takuma.
-¿Qué sucede?-pregunto algo alterado saliendo de mi despacho.
-Zero, va dar a luz-grite caminando paso acelerado hacia nuestra habitación.
Al entrar, deje con delicadeza a Zero en la cama, quien no dejaba de gemir de dolor. A los segundo, apareció Takuma junto con Ruka y Rima.
-Zero, debes relajarte, ¿entendido?-dijo Takuma mirando con firmeza al peli plata. –Kaname, lárgate.
-no me voy-dije tajante.
-oh, claro que te vas-dijo con una firmeza que me sorprendió-lo único que vas hacer aquí es estorbar-me agarro del brazo y me arrastro hacia la puerta. –cuando todo termine puedes subir, no antes.
Antes que pudiera decir cualquier cosa, me cerró la puerta en la cara. Lo único que debía hacer era esperar en la sala con los demás.
-primo, quédate quieto-gruño Shiki por quinta vez en menos de un minuto.
-te quiero ver a ti en 6 meses más-gruñí desesperado.
Hace aproximadamente una hora con 10 minutos y 45 segundos, Zero entro en labores de parto y el muy puñetero de Takuma no me daba noticias. De la nada sentí una punzada en el corazón junto con el sonido de dos rápidos latidos. En menos de un segundo, subí las escaleras y entre en mi habitación donde estaba Zero.
-Kaname-dijo Zero con los ojos cristalinos.
Camine enseguida hacia él, le bese la frente susurrándole cuanto lo amaba. Al levantar la vista vi a Ruka y a Takuma con un bebé cada uno. Los dos tenían el cabello color caoba y los ojos de un maravilloso color amatista. Tome a los dos enseguida dándole un beso a cada uno en la frente.
-son perfectos-susurre mirándolos maravillados-gracias Zero, gracias.
-tú y Zero deben hacer un vínculo con ambos dándoles de su sangre-informo un sonriente Takuma-chicas, será mejor que le demos unos minutos a solas.
Tanto Rima y Ruka nos felicitaron antes de abandonar la habitación. Le deje a los dos bebes a Zero, quien se hizo un pequeño corte en la muñeca para dejar que los recién nacidos bebieran de su sangre, luego hice el mismo procedimiento.
-tienen tus ojos-susurre sentándome al lado de Zero quien tenía a uno de nuestros hijos en su brazos, mientras que yo tenía al otro.
-son idénticos-dijo mirando a los dos, era verdad eran dos gotas de agua.
-¿Cómo le vamos a llamar?-pregunte.
-el que tengo en los brazos nació primero por lo cual pensé llamarlo Ichiru como lo teníamos pensado si era un hombre-dijo mirando con ternura a Ichiru.
-pero salieron dos.
-el que tienes tú, se va llamar Haruka como tu padre-lo quede mirando sorprendido-si era mujer si iba a llamar como tu madre, pero como están las cosas se va llamar como tu padre-dijo acariciando la mata de cabello de Haruka.
-gracias Zero-las palabras me salieron solas-gracias por darme todo tu amor y por darme estos hermosos hijos.
No lo dude un solo segundo, le di el beso que deseaba darle desde que había entrado en la habitación.
Ahora todo estaba como debía estar, ahora todo era perfecto y sabía que estando al lado de Zero seguiría estándolo...
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Amantes de Sangre
FanfictionUna vida sin ninguna emoción... Así es como vivía Kaname hasta una noche de insomnio, unos ojos amatistas lo cautivaron