Los Centinelas de las Cosmovisiones.

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Dentro del inmenso Megaverso del Anime (En el universo de Naruto).

Ahora estamos en una bizarra situación donde estaban Tsunade y Jiraiya en un extremo, en otro, dos Akatsuki identificados como: Kisame Hoshigaki e Itachi Uchiha, este último con Sasuke viéndolo con odio, el cual estaba a un extremo mucho más cerca de Naruto, específicamente lo estaba sujetando del cuello de su ropa, mientras que un Kakashi preocupado mostrando su Sharingan miraba la situación. Todo esto dentro del pequeño departamento del pobre rubio con lágrimas surcando por sus ojos, el lugar ya estaba casi destruido; pero... ¿Cómo paso esto? Bueno...

Unos momentos antes.

P. O. V. de Naruto:

Me desperté en el suelo de mi departamento sin saber qué hora era, rodeado de un charco seco de mi sangre, al levantarme estaba muy adolorido por lo que paso ayer, pero era algo a lo que ya estaba acostumbrado, pero en eso se me viene en la mente lo que me había dicho Areana, solo me causaba un dolor mucho más grande que las heridas en mi cuerpo... ¡no puedo creer que todo este tiempo me hagan engañado y visto la cara! Comencé a sollozar de nuevo, pero no podía darme el lujo de desahogarme por mucho tiempo pues debía tratar mis heridas y limpiarme, a pesar que el Chakra del Kyubi me sane, eso no quita el hecho de sentirme cansado más de una forma y adolorido para moverme hasta mi baño donde guardo mi botiquín personal, ya estoy acostumbrado a tratarme yo solo, cada herida pues nunca he sido bienvenido en el hospital o en ninguna parte en realidad, solo en Ichiraku Ramen... ese pensamiento me saco una pequeña sonrisa.

Terminé de curarme, lo mejor que pude, con un suspiro cansado y triste, realmente no sé cómo tratar esta nueva información... todos estos años en las que creía que mis padres habían muerto en una misión como unos ninjas más del montón, resulta que fueron grandes Ninjas y que me querían, pero no pudieron estar conmigo por dar su vida por mí y esta aldea.

Naruto: Esta... ¡MALDITA ALDEA! –Grite con odio y dolor, agarrándome mi cabello con fuerza-

Toc, Toc.

Hubiera seguido con mis desconsolados pensamientos, de no ser porque alguien por una mierda razón estaba tocando mi puerta, pero en eso se me vino a la mente a esta Hinata, ya que no la he visto desde que los chicos intentaban sacarme de la cama y lo último que recuerdo en decirme es que iba a ir a una reunión de la rama secundaria con Areana como la convocadora, con eso en mente hice un esfuerzo sobrehumano por levantarme e ir a la puerta con la esperanza de ver a mi hermosa novia y tal vez ella me pueda a ayudar ante esta incógnita, pero cuál fue mi sorpresa en encontrarme a dos sujetos desconocidos, el que toco la puerta se parecía mucho a Sasuke, solo que tenía sus facciones más finas, con unas extrañas ojeras, una banda ninja de Konoha con una cortada horizontal y una capa negra con nubes rojas, el que aparentemente era su compañero era muy alto, aunque no tanto como Areana, vestía igual pero lo que me llamo la atención era de su extraña apariencia semejante a la de un tiburón y que portaba una gran espada con vendas en su espalda.

-Naruto Uzumaki... -Hablo con voz fría, pero aterciopelada a mi parecer- Hemos venido por ti.

-Más específicamente, al Bijuu que tienes sellado en ti, niño. –Ahora hablo, el hombre tiburón, su voz era gruesa y varonil, con un toque de diversión si me permito admitir-

Me quede estático por unos segundos y después no sé por qué, pero me hice a un lado y los invite a pasar, ellos se mostraron sorprendidos, pero aun así entraron, por alguna razón no tenía miedo, les pedí que se sentaran en lo que iba por té, a mí me sorprendió que hicieran caso, tal como dije traje té en tres tazas humeantes, sentándome con ellos a tomar la mía también, vi que revisaron su contenido como si les hubiera puesto veneno, me sentí ofendido, pero recordé que somos ninjas así que no dije nada, al final tomaron su té, en un silencio incomodo, hasta que lo rompí.