Los Centinelas de las Cosmovisiones.

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Dentro del inmenso Megaverso del Anime (En el universo de Naruto).

El regreso a Konoha no fue tan malo como lo espero Naruto, se la pasó el día junto a Deshi y a Areana de manera muy animada a pesar de que no hicieron la gran cosa, primero fueron a buscar donde hospedarse y Naruto les recomendó un hotel cerca de las aguas termales, el cual se quedaron después de una incómoda escena entre un aterrado encargado del hotel y una Areana con una sonrisa incomoda además algo en jorobada para estar dentro del recinto, entre otra risa mal disimulada por ver como Areana intentaba hablar con el señor a cargo que estaba a poco de darle un infarto más la dificultad de la misma para subir las escaleras terminando yendo a gatas.

Uno rato después, fueron a ir a comprar algo de ropa y comida, ya que sus pertenencias anteriores fueron robadas por los ANBU (por parte de los de Deshi) ya no tenían ropa para cambiarse y la comida fue más que nada golosinas que se antojaron a medida que caminaban. En ese transcurso de tiempo Naruto un poco avergonzado, pero para que negarlo, feliz por las atenciones en especial de Areana que pese a su estatus o apariencia intimidante o amenos para los aldeanos que la veían al pasar, era muy amable, pero para Naruto era la única persona a parte de Iruka que le compraba cosas, como en este caso le estuvo comprando (igual que los demás), golosinas, unas ropas de las que algunas no había podido costearse o simplemente no le permitían la entrada, pero ahora no tenían opción al dejarlo entrar ya que la mirada de advertencia de la Diosa los dejaba congelados, casi a orinarse encima lo cual no pudo evitar burlarse junto a Susuki y a Sugari.

Posteriormente fueron a caminar un rato por la aldea esta vez sin miradas de odio dirigidas a Naruto, ya que eran sustituidas por unas de miedo al ver a Areana, y una que otra mirada amenazante por parte de Susuki, Sugari y Jánik, de lo cual no se dio cuenta el joven rubio que estaba muy concentrado en las pláticas que sostenía con Flora o Sakurai con una gran sonrisa y brillo en los ojos. Antes de regresar al hotel Naruto propuso ir a comer al Ichiraku Ramen, lo cual no tuvo objeción por nadie además que quería que Areana probara el platillo, pero lo que sorprendió al rubio no fue la reacción de ver a Teuchi y Ayame asombrados por ver a la Emperatriz que les saludo con una sonrisa cordial y alegre, sino fue porque se enteró que Areana poseía un gran apetito ¿Qué tanto? Bueno, digamos que el Ichiraku Ramen cerró más temprano por falta de ingredientes y se fueron estupefactamente contentos por reunir en una tarde lo de una semana.

Y para cerrar con broche de oro, los jóvenes fueron a relajarse a las aguas termales, excepto de Areana que tuvo que irse para informar a su familia que se quedaría junto a los demás durante tres semanas, además de ver que Morgan no le necesite para un asunto importante y por ropa, tanto para ella como para los demás, para las siguientes semanas antes de regresar a casa.

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Al día siguiente.

Nuestro joven rubio tuvo una de las mejores mañanas en su vida: despertó y desayuno acompañado. Con una gran sonrisa decidió estrenar las ropas que le compro Areana, no era mucho ya que Naruto no quería parecer un aprovechado solo eran unas nuevas sandalias ninjas, una playera negra de su talla y un abrigador suéter naranja con felpa en las muñecas y en la capucha, claro que este no lo usaría hoy por no hacer frio.

Estaba muy contento y emocionado dirigiéndose al punto de encuentro donde acordaron todos, haciendo carreritas junto a Susuki y a Sugari, mientras detrás de ellos corrían los demás excepto por Areana.

Sugari: El niño quiere descansar~ -Canturrió burlona, intentando provocar al rubio-

Naruto: No~ pero, cierta pececita necesita un trago de agua~ -Contesta de misma manera, muy cerca del costado derecho de la peliblanca-