Teen Wolves [En Edición]

18

El 15 de enero caía un viernes, por lo cual, el jueves después de sus clases, Casper llegó a su apartamento a ducharse a consciencia, empacar sus maletas y todo lo necesario para después tomar un vuelo a las ocho de la noche para regresar a Beacon Hills. A la medianoche con diez minutos, Casper entró a la casa de Damon con la llave que el vampiro le había dado por la obvia razón de que eran novios.

Damon no estaba en casa, seguramente se encontraba en la residencia Hale-Stilinski, así que Cas aprovechó el tiempo para darse otra ducha y quitarse el sudor del viaje y los olores del avión o aeropuerto. Hurgó entre los cajones de ropa del moreno, optando por ponerse uno de sus pantalones deportivos y una de sus playeras blancas. Casper se miró en el espejo, sintiéndose repentinamente sexy al verse a sí mismo en la ropa de Damon. Se mordió el labio inferior cuando escuchó el sonido de la puerta.

—¿Cas?

No le dio tiempo de seguir hablando, porque ya se encontraba trepando sobre su cuerpo, besándolo con fuerza y mordiéndole los labios. Sonrió al sentir el gemido de Damon en su boca, profundizando el beso francés. Dejó besos castos después de terminar con el delicioso beso francés, pasando sus dedos por el cuello y el cabello de su novio. Puso las piernas nuevamente en el suelo para deshacerse de su playera y ayudar al hombre mayor a deshacerse de la suya.

—Quítatela, no la necesitas más —fue toda una proeza el quitarle la playera, pues los constantes besos les impedían separarse del otro el tiempo suficiente para lograr quitar la prenda—. Dios, Damon...

El brujo comenzó a besar cada pedazo de piel disponible que encontrara, teniendo especial cuidado de lamer los abdominales de su novio. Damon dio un suspiro entrecortado cuando Casper se puso de rodillas y, con una sonrisa y una mirada traviesa, le bajó los jeans. El vampiro abrió la boca en un jadeo silencioso cuando el chico puso su boca sobre su miembro, sintiendo sus labios a través de la tela de los bóxers.

Apretó las manos en puños cuando el brujo le acarició sobre los bóxers, jugando con él. Casper bajó la ropa interior con varios tirones, el miembro de Damon saltando a la vista. La boca se le hizo agua al tenerlo frente a él, a centímetros de sus labios. Miró al moreno a través de sus pestañas en un intento de parecer sexy, para después dar una larga pasada con su lengua a su erección.

El vampiro jadeó con abandono al sentir la lengua de Cas lamerle con suavidad y delicadeza. Enredó los dedos en el cabello lila de su novio, acariciando su cabeza para instarle a seguir. No pudo evitar jalar con fuerza las hebras color lila justo cuando Casper introdujo la punta de su erección en su boca, girando su lengua alrededor de la cabeza con sonidos obscenos de succión. Cas soltó un sonido de deleite cuando sintió el delicioso tironeo en su cabello, la sensación fue a parar directamente a su propio miembro.

Damon gimió con fuerza al bajar la mirada y encontrarse con los bonitos ojos verdes de Cas ligeramente entrecerrados y con el rostro perdido en placer. Le miraba a través de sus pestañas, y sus labios rojos y llenos de saliva alrededor de su miembro eran simplemente pecaminosos; Cas lucía delicioso, como si darle placer a Damon le diera placer a él.

Definitivamente quería correrse en su boca o en sus bonitos labios, pero eso era para otro momento. Y definitivamente no quería hacerlo justo ahora, por lo que tiró de su cabello para separarlo de su miembro con un sonido obsceno. Casper soltó un quejidito de molestia, buscándole una vez más.

—Después —le prometió el vampiro con voz ronca. El chico se mordió el labio, poniéndose de pie al instante y yendo directo a la habitación, quitándose en el camino los pantalones deportivos. A Damon se le secó la boca al ver que no traía ropa interior y que el chico se encontraba tan desnudo como el día en el que Dios lo trajo al mundo. Arqueó una ceja cuando lo vio sacar una botella de lubricante de su maleta—. ¿Te sentías tan seguro de ti mismo que ya venías preparado?