Teen Wolves [En Edición]

Our little piece of forever

El brujo guió a Jacob hacia la sala de estar en donde, bajo la atenta mirada de Jackson y Damon, vieron películas mientras reían como locos y comían palomitas, cual mejores amigos. Su estrés desapareció en ese momento. Todos los acontecimientos del día comenzaron a hacer mella en él, llegando de golpe y logrando que comenzara a oscilar entre el sueño y la consciencia.

—Es tarde, debo irme —anunció el moreno mientras se incorporaba—. Hey, necesito contarte algo, checa tu móvil en un rato.

—Seguro —le dio una sonrisa cuando Jake revolvió su cabello en señal de despedida. Suspiró con cansancio, echándose contra el sofá, finalmente cerrando los ojos para tomar su más que merecido descanso después del trauma de haber mandado a su padre biológico al vacío.

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Despertó con un sobresalto. Estaba cubierto en sudor, tenía la respiración algo agitada y temblaba ligeramente.

—Hey, sólo fue una pesadilla —la voz suave y melodiosa de Damon hicieron que se relajara un poco. Estaba a los pies de su colchón, reclinado contra la pared, con el Heptamerón en su mano derecha.

—Me trajiste a mi habitación —afirmó, a lo que Damon asintió. Apartó su mirada para buscar su móvil, lo desbloqueó y entró a sus mensajes, buscando los de Jake.

Damon se dio cuenta de lo que pasaba entre nosotros cuando Ava llegó a Beacon Hills. Me amenazó diciendo que lucharía por ti, aunque estuvieras conmigo. Dijo también algunas cosas que no te repetiré, pero que ahora me doy cuenta que sí eran verdad.

Ese hombre te ama, Casper. Tanto, que amenazó a tu novio para que te hiciera feliz sin importar si a él le dolía verte conmigo. Todo porque quería verte feliz.

Inhaló con fuerza al leer los mensajes de Jake. Le lanzó a Damon una mirada enojada, porque no debió meterse en su relación, por más buenas intenciones que tuviera.

—¿Amenazaste a Jake? —preguntó con voz incrédula. Observó al vampiro tensarse.

—Cas...

—No tenías que meterte en mi relación, Damon.

—¿Hablas en serio? —le temblaba un músculo en la mandíbula.

—Por supuesto que sí. Lo que Jake o yo hagamos no es de tu incumbencia —pronunció, arrojando hacia al otro extremo de la cama su móvil con enojo.

—¿Por qué te afecta tanto? —inquirió, luego una mirada de realización pasó por su rostro, para después mirar a Cas con dolor y algo de enojo—. ¿Sigues con él? ¿De verdad sigues con él después de todo esto?

Cas se puso de pie en ese momento.

—¿Y qué tendría de malo si siguiera con él? —Damon le miró con incredulidad.

—No puedo creerlo —soltó una risa histérica, sintiendo cómo su pecho se comprimía con impías punzadas de celos al escuchar las palabras de Cas—. Un segundo dices que no puedes abandonarme y que me quieres, y al otro me dices que sigues con Lockhart.

—¡No sé qué quieres que te diga! —exclamó alterado y extendiendo los brazos—. ¿Que todavía quiero a Jake? ¡Pues sí, sí lo quiero! Pasé meses de mi vida junto a él, es normal que le haya tomado cariño y es normal que aún me guste después de haberlo besado, abrazado y follado incontables veces —soltó muy groseramente.

Se arrepintió de sus palabras tan pronto salieron de su boca, pues al escucharse a sí mismo, se dio cuenta que habló de Jake de una manera terrible, como si fuera un objeto al que pudiese descartar, y no lo era, era una persona. También porque al hablar, pudo observar el dolor en la cara de Damon.