𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 071:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER SEVENTY-ONE:

—Es la cosita más hermosa que he visto en mi vida.—se me está derritiendo el corazón con cada palabra que Chris dice sobre el bebé de Mandy y Axel.

Y lo estamos viendo a través de un enorme vidrio mientras él duerme plácidamente sobre una cuna cubierto con una manta de color azul.

—¿Cierto? Es hermoso.

No les voy a mentir, llevamos como treinta minutos viendo al bebé.

Para buena suerte, llegamos al aeropuerto a las seis y tanto de la mañana, y llegamos igual de rápido al hospital, donde Mandy ya se encontraba gritando a causa de los dolores, y sería ingresada a la sala de parto en cualquier momento.

Llegamos a tiempo para sentarnos a esperar que inicie todo el proceso para traer a la bendición al mundo, habrán pasado unos cuarenta minutos cuándo sacaron a Axel tan pálido que parecía que había visto a un fantasma.

En realidad eran nervios, nervios de ver a su esposa sacando un bebé, hasta a mi me da nervios pensarlo.

Como sea, le pusieron alcohol en la muñeca para que entre en sí nuevamente y Chris le dio una buena charla motivacional como esas que solo Steve Rogers podría dar para que Axel se deje de bobadas y entre a ver a su hijo llegando al mundo.

Mientras esperábamos, a Chris se le ocurrió tomar un poco de agua, y lamentablemente se atoró y comenzó a toser en medio del pasillo de un hospital, un doctor lo vio y dijo que tenía problemas respiratorios y debían llevarlo a que lo revisen pero Chris se negó rotundamente, y no miento, fue una escena muy divertida porque el doctor tiraba de él y él no quería, parecía un demente al que querían ingresar a un hospital psiquiátrico.

De repente el pasillo se volvió un mar de gente gritando hasta que el doctor salió de la habitación con una sonrisa de satisfacción en los labios, anunciado que la bendición, a pesar que se adelantó un mes a su llegada, estaba sano y salvo.

No pudimos ingresar a ver a Mandy porque debido al esfuerzo de traer a un niño al mundo, estaba agotada y también estaba llorando mucho de la emoción, así que Chris y yo creímos que podríamos ir a ver al niño y lo encontramos dormido y luciendo como un angelito.

—Me da mucha ilusión verlo y saber que soy su padrino, ya quiero tenerlo en brazos y que sepa que lo voy a mimar como no tiene idea.—dice Chris, no despega los ojos de la bendición.

Éramos los únicos en el pasillo viendo al bebé, apoyé mi cabeza en su brazo porque no soy tan alta como para apoyarla en su hombro, y mi mano está sosteniendo la de él.

No sabía que le gustaran tanto los bebés... bueno, sí sabía, pero no tanto.

—Tendrás muchos problemas con Mandy entonces.

—Cariño, cuándo Mandy me amenaza me siento igual a que me amenace un poodle.

—Se que lo vas a mimar mucho, tú tienes un enorme corazón cuándo se trata de los niños.

—No mentiré, es cierto, siempre me derriten el corazón.—cuándo lo veo, el sigue con su vista en el vidrio, y casi sin pensarlo lo imagino así de emocionado con sus hijos, con lo mucho que quiere ser padre, es para que se le derrita el corazón a cualquiera cuándo vez a un hombre que anhela tanto ser padre.

—¿Te digo algo? Te imaginé por un momento así de emocionado cuándo nazca tu hijo.

—Si hubiera nacido mi hijo, yo probablemente estaría desmayado en algún rincón del hospital.—claro, imaginé eso también.