𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 012:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER TWELVE:

Esa respuesta me golpea con tanta fuerza que la pequeña Belle que vive dentro de mi se desinfla como un globo, de todas las cosas que pensé que diría, esa no fue ni de chiste una de mis opciones.

Las ganas que tenía de llorar solo se incrementaron, pero incluso yo me sorprendí de la forma en la que no solté ni una lágrima y tragué saliva con fuerza antes de responderle, de la manera más fría que pude.

—Me parece bien.

Chris pareció no haber esperado que yo le de esa respuesta, porque su cara de asombro lo delató.

Tomé toda mi fuerza de voluntad para caminar hacia el asiento del copiloto del auto donde los hermanos Evans llegaron, me asomé a la ventana para encontrar a un Scott igual de asombrado que Chris.

—Hasta luego Scott, fue un gusto conocerte.—Já, pero ni siquiera pude conocerlo bien.

Me giro antes de dejar al rubio hablar.

—Belle...

Chris trata de hablarme de nuevo, pero de repente me siento tan enojada, por todo, por lo que Scott dijo, por lo que Chris dijo, me siento frustrada, como si quisiera gritar pero no pudiera.

Entonces lo ignoro y como no se a donde ir porque tengo que caminar para llegar a la parada de buses, decido que lo mejor es caminar para llegar de nuevo a la escuela, tal vez le pueda pedir de nuevo las llaves al conserje para estar un rato en el aula, necesito pensar.

Camino hasta la puerta que gracias a los cielos sigue abierta porque aún hay unos cuantos compañeros míos dentro, no es como si quiera hablar con alguien tampoco.

—Belle, al menos déjame hablar.

—Chris ya deja las cosas así, fuiste muy claro y la verdad es que tienes razón, fue lindo conocerte.—caramba que según yo quería hacerme la fuerte, pero verlo siguiéndome con esa mirada apenada me esta haciendo doler el corazón.

—No es así como yo quería que pasaran las cosas.—se que me quiere explicar lo que pasa, pero siento las ganas de llorar por todas las emociones acumuladas, y no lloraré frente a él, así que me giro y sigo mi camino.

Cuando vuelvo a entrar a la escuela, veo a una de mis compañeras, la profesora de sexto año, verme con picardía, y me cuesta un poco darme cuenta que en realidad está viendo con picardía al hombre que decidió seguirme.

—Belle, escúchame.—Chris me toma del brazo para que lo tenga que ver, y me siento como en una telenovela, solo falta que yo le de una cachetada y somos Pasión de Gavilanes.

—¿Qué?

—Hablemos, por favor, es todo lo que te voy a pedir.

—¿Que quieres que hablemos? Tú ya hablaste suficiente por los dos, deja así las cosas ya.—me duele tener que hablar así al hombre que tanto me gusta, pero no tengo más opción porque estoy enojada y pelear estando enojado no es lo mejor.

—Isabelle, ¿está todo bien?—la voz rasposa de la señora Thompson, la directora de la escuela, hace que Chris me suelte.—Creí que ya te habías ido.

—Ya estaba de salida, pero creo que se me olvidó algo en el aula.—pésima idea la mía de querer mentir, soy muy mala mintiendo.

—¿Y él quién es?—la señora Thompson mira a Chris con una mirada de las que yo interpreto como '¿quien diablos eres y que quieres?'