𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 040:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTER FORTY:

—Cuídate mucho mi niña hermosa, ven a visitarme pronto, aún tenemos mucho de que hablar.—me quedé abrazada con la señora Lisa hasta que Scott comenzó a tirar de mi brazo.

—Espero poder venir pronto.—realmente lo espero, me voy enamorada de esta ciudad y quiero hacer aún más turismo de ser posible, pero ya eran las diez de la mañana y debíamos salir pronto para Nueva York, se supone que salíamos a las ocho para no llegar tan tarde, pero todos, absolutamente todos, nos quedamos dormidos.

Si nos despertamos fue porque el celular de Bella comenzó a sonar y ella levantó a Aida y el grito de Aida cuándo vio la hora nos despertó a todos.

La alarma que tanto Chris como yo pusimos si sonaron, pero ninguna de los dos nos levantamos.

Arreglamos las maletas a la velocidad de la luz, Chris no sabia cuánto tiempo se iba a quedar así que tuve que ayudarle a meter lo que sea en una maleta.

Desayunamos muy poco porque la señora Lisa no alcanzó a hacer algo más por la prisa, se supone que Chris debe de estar a las cuatro en Nueva York para su sesión de fotos y todos seguíamos aquí al borde de las lágrimas mientras nos despedimos de la señora Lisa.

Cuándo metimos las maletas al auto, Aida estaba tirando de la pierna de Sam que había llorado toda la mañana porque no se quería ir.

Yo tampoco me quiero ir y no estoy llorando, al menos no ahora.

—Sam, vamos a volver, suelta a Carly por favor.—gritó Aida.

—¡No me quiero ir!—gritó de vuelta Sam.

Estaba llorando aún más porque al ser lunes, los hijos de Carly estaban en la escuela y no se podía despedir de sus nuevos amigos.

—¡Vámonos!—gritó Scott dentro del auto.

Tan temprano en la mañana y afuera de la casa de los Evans ya había un escándalo, pronto algún vecino llamaría a la policía.

Fue Chris quién salvó el día porque sólo él logró subir a Sam al auto, que seguía llorando.

Nos subimos todos y nos fuimos, un amigable viaje de retorno de cuatro horas.

Bella y Lou se fueron antes a quien sabe dónde y también nos abrazamos por unos buenos minutos, donde Bella y yo prometimos hacer videollamada grupal para que Aida cuente todo sobre su cita con Tom Hiddleston.

Aida iba en el asiento de copiloto y Scott iba a manejar hasta que alguien más tome el volante.

Sam lloró como treinta minutos en el pecho de Chris, mientras todos le prometiamos que íbamos a volver.

Hasta que cuándo se calmó, cayó dormido.

Treinta minutos más tarde Chris dejó caer su cabeza en mi hombro, que pesaba como roca una vez que él también se durmió.

A mi también me venció el sueño y me dormí con la cabeza arrimada a la ventana.

Cuándo me desperté, Aida estaba manejando, estoy desorientada, no se por donde vamos ni cuándo falta, tanto Chris como Sam seguían dormidos.

Luego de eso hicimos dos paradas más, una en un autoservicio y otra para que Sam vomite luego de comer, después de eso me volví a quedar dormida, cuándo desperté ahora era Chris quién conducía y Scott estaba babeando a un lado mío, no se cuándo hacían los cambios pero me estaban entrando unas ganas enormes de pedir que me enseñen de nuevo a manejar, aunque no tenga auto.