𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 054:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER FORTY-FOUR:

MARATÓN POR MI CUMPLEAÑOS
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El 23 de Septiembre busqué por todo el departamento las llaves de repuesto que Chris había mandado a hacer porque dijo que una sola llave era muy peligroso y mil cosas que dijo para más de mandar a hacer una segunda llave de emergencia.

Yo de por si soy un poco despistada, sólo un poco, pero para no olvidarme que el 23 cumplimos cinco meses juntos, le puse una alarma a mi celular.

Lo malo fue que aunque la alarma sonó, no la escuché y como siempre, lo olvidé por completo.

Ahora tengo que salir casi que volando del departamento porque no tengo ni idea de que diablos le puedo regalar y al ser domingo, dudo mucho que algunas tiendas estén abiertas.

Mi única opción buena en esta momento es llamar a Aida y pedirle ayuda y que me diga que le puedo regalar.

—Belle, ¿a dónde vas?—casi me choco con la pared cuándo Chris habla desde la cocina.

Oh cariño, voy a comprate algo porque olvidé que hoy cumplimos meses, lo normal.

—Ehm, voy a ver a Aida.

—No llegues tarde, recuerda que saldremos en la noche.

Maldita sea, ¿por qué es tan difícil comprarle regalos a los hombres?

Es más fácil hacer que mis niños se aprendan las tablas de multiplicar.

Tampoco tanto, ya exageré.

—No se a donde ir, dame alguna opción.—Aida se rascaba la cabeza una vez que me subí al auto para irnos juntas. He notado que las dos nos rascamos la cabeza cuándo pensamos, o cuándo estamos nerviosas.

—No tengo idea, vamos a ver algunas opciones y si no sabemos nada, nos tiramos de un puente, ¿ok?

—Ok.

Está de más decir que nada me llamó la atención, y eso que fuimos a algunas tiendas de algunos centros comerciales.

Chris se fue a Boston hace unas semanas para ver más ropa y resolver algunas cosas que tenía que hacer, como sea, de ese viaje regresó con un reloj que honestamente se ve más caro que la casa de mis padres.

Me dijo que sus amigos se lo habían regalado porque ya pasaban mucho tiempo separados.

Amigos que te regalan relojes de miles de dólares no se encuentran en cualquier lado.

El otro día, estábamos a punto de irnos a dormir cuándo le pregunté algo, él me contestó y tiró el reloj sobre la mesa de noche, y a mi me dio un ataque de pánico.

Le dije que no cuidaba bien el reloj y que si seguía así se lo quitaría, sin fines lucrativos obviamente.

Así que estoy compitiendo contra un reloj de miles de dólares.

—Mira Belle, una planta, ¿si le echaste agua a tu planta?

—Si, deberías de comprar una tú también, es como cuidar a un hijo que no habla.—cuándo pasamos por la vitrina llena de plantas hermosas, llegamos a un último lugar antes de perder mis esperanzas.—Eh, mira, ¿crees que estaría bien regalarle un cuadro con nuestra foto?

—Oye si, la foto que tienen el día de la boda es hermosa, pueden tenerla en un cuadro.

Regalarle un cuadro con nuestra fotografía suena muy bien para mí.