𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 024:

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𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER TWENTY-FOUR:





El guardia debe de reconocerme porque me deja pasar en cuánto me ve.

Se que me voy a meter en problemas por hacer esto, aún más con Aida, pero tengo que intentar algo, no podré dormir tranquila de ahora en adelante sabiendo que a mi hermanas la están golpeando, la humillan, tengo que sacarla de esa casa lo más antes posible.

No conozco gran parte de la mansión, solo los cuartos de Aida, el de Sam, el de Kat, y el despacho. Me pregunto si Kat estará en la casa, porque afuera hay algunos autos.

Bien, tengo que saber a donde tengo que ir, una vez vi el despacho de Andy cuándo tuve que buscar a Sam que se me había perdido, para variar.

Me sorprende que esta casa siempre está en silencio, parece que nunca hay nadie dentro, las únicas veces que escuchas bulla es cuándo Kat pone música en su habitación, pero no se oye nada así que ella no debe de estar aquí.

Subo las escaleras con las piernas temblando, no soy buena teniendo emociones muy fuertes y mucho peor soy buena ocultando mis nervios. Estoy rogando que nadie me vea.

Sigo un largo pasillo dónde al final de ve el despacho de Aida, y a un lado, el de Andy.

Me quedo un rato en frente, no me decido completamente si quiero hacerlo, pero es mi hermana y está sufriendo, este es el hogar en el que Sam está creciendo, donde su madre tiene que taparse la boca para que no la escuchen gritar.

Quiero vomitar, siempre tengo que sentir ganas de vomitar cuando estoy nerviosa.

—¿Isabelle?

Mierda, mierda.

Me volteo con el corazón en la boca, quedando frente a frente con Andy.

Creí que estaba trabajando.

Me quedo helada, no puedo decir ni una sola palabra, mi cerebro es un caos donde parece que la idea ganadora es salir corriendo.

No es tan buena opción cuando me doy cuenta que Andy se está acercando. Bueno, este es mi fin.

Al menos besé a Chris Evans, moriré feliz y realizada.

—¿Que haces aquí?—no le respondo, no se que le tengo que responder. 'Hola Andy, estoy aquí a punto de encontrar la evidencia de que eres un abusador y un ladrón' no, no se que decirle.—¿Vino Aida contigo?

Niego muy lento con la cabeza.

Se me había olvidado lo alto e intimidante que es Andy, como usualmente nunca lo veo, siempre que vengo a la mansión trato de hacerlo cuándo él no está. Pero cuando hace años atrás Aida lo presentó a la familia, recuerdo haber pensado que Aida se había sacado la lotería con ese dios griego.

Aquí queda esa escena cuando te dicen que alguien que es bello en el exterior está podrido por dentro, o al revés. Ustedes entienden.

—Bien Isabelle, ¿es que no me vas a decir que haces aquí?

Carajo que no se que decirle, Andy se acerca más y por instinto me alejo, pero la puerta del despacho me impide retroceder más.

—Kat... vine a ver a Kat.—Andy frunce el seño, como si pensara en algo.

—Kat no está, salió a hacer no se qué.

Rayos, me va a dar un infarto si me dice que no hay nadie en casa. Que miedo estar con este psicópata a solas.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora