𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 014:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER FOURTEEN:

AIDA'S POV:

Me levanto tratando de hacer el menor ruido posible de la cama, para mi suerte Andy está de espaldas, con el dorso desnudo.

Reviso en mi celular que son las tres y tanto de la mañana.

Camino en puntillas hasta el cuarto de baño para echarme un poco de agua en la cara, tengo ojeras enormes, bolsas bajo los ojos de tanto llorar.

Lo hizo de nuevo, a pesar de que juró que no lo haría.

Los ojos se me llenan de lágrimas de nuevo, pero ya me siento demasiado débil para seguir llorando.

Bajo la tapa del inodoro para poder sentarme y suelto un quejido cuándo el golpe en la pierna me pasa factura.

Con mis manos temblando toco despacio el moretón, ya se está tornando verde. Es muy tarde, las lágrimas ya están cayendo.

Fue una discusión, muy pequeña, que se tornó en un huracán. Andy se puso como una bestia y cuando quise hacer algo, me tumbó a la enorme cama que compartimos y me tiró el golpe que fue a dar a mi pierna.

Me pongo de nuevo de pie para buscar entre tantas cremas que tengo la indicada para los moretones, para que baje el color y la hinchazón.

Suelto otro quejido cuando la crema me toca la piel, tengo que hacer las cosas rápido o Andy se dará cuenta que no estoy en la cama con el.

Es sumamente posesivo, me controla todo, y lo peor del caso es que yo lo dejé ser así, que me haga lo que me hace y yo no poder quejarme.

Pienso que sigo con él por Sam, pero tampoco tengo idea de cómo criar a Sam, paso ocupada todo el dia y aunque al principio mi hijo me reclamaba que nunca estaba con él, con el tiempo comenzó a pasar solo con Isabelle y jamás se apartó de ella.

Isabelle.

Lloro más al recordar la pelea que tuvimos hace dos días, la rabia que vi en sus ojos fue algo que nunca había visto en ella, y yo lo provoque, me metí con el tema de la maternidad que se que a mi hermana le duele admitir lo mucho que quiere ser madre.

Mi padre me llamó anoche y no pude ocultarle que había discutido con Isabelle, y como siempre, me pidió que solucionara las cosas, que ambas somos mujeres maduras y no podemos estar así.

Pero Belle me dijo que no quería volver a saber nada más de mi.

Me pongo de pie para mojar mi rostro una última vez, me veo mal, demacrada, ya no soy la Aida llena de vida que alguna vez fui.

Salgo del cuarto de baño para meterme a la cama de nuevo, con cuidado de no golpearme contra nada, no quiero que el moretón me duela más.

Brinco cuándo Andy pasa su brazo por mi cintura, y nuevamente me cuesta conciliar el sueño.

Me pongo a divagar, y la mirada de rabia de Isabelle es lo último que veo antes de dormir.

En la mañana Andy se levanta primero para ir al gimnasio de la mansión, le agradezco al cielo que no me levantó, no quiero verlo.

Andy ha logrado que yo le tenga miedo.

Tengo que fingir que sigo dormida hasta que lo escucho salir. Solo así puedo ponerme de pie para irme al cuarto de baño a darme un merecido baño para sacar el estrés.