𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 008:

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTHER EIGHT:

MARATÓN 1/3

Las personas puntuales siempre llevarán puntos de más en mi corazón, mi madre siempre me había dicho que la puntualidad hablaba mucho de las personas, y que siempre, siempre debía de llegar a la hora que me indicaban.

Tanto Aida como yo crecimos sabiendo que si llegábamos tarde a algún sitio, mamá nos daría nuestro buen golpe, no toleraba la falta de puntualidad en las personas, mucho menos en sus propias hijas.

Así que cuándo a las tres en punto de la tarde, sonó mi celular con un mensaje de Chris diciéndome que estaba esperándome abajo, supe de inmediato que él ya tenía un espacio reservado en el corazón de mi mamá.

Kat se había aburrido de aguantar los regaños de su madre, porque si, toda la familia Fitzgerald vivían en la misma mansión, para variar, como película de terror.

En fin, la mamá de Kat y Andy era la especie de encarnación del mismísimo Lucifer, una mujer de mirada fría que parecía poder calcular tu muerte en el segundo donde te aparecía frente a ella. Con tanto bótox que apenas sabía como le hacía para parpadear.

Y cada día caía más en cuenta que mientras más tiempo pasa Aida en esa casa, se vuelve casi igual a Doroty, su suegra.

Caso contrario a Kat, que a pesar de vivir allá, seguía siendo la dulce Kat que no veía Scary Movie porque le asustaba demasiado.

Los Fitzgerald no sólo eran la familia que iban de Prada al supermercado, en realidad nunca van al supermercado porque tienen personas que hacen todo por ellos, pero si son la familia a la que le tienes que tener miedo desde que entras en la mansión decorada de negro, como entrar a una casa de terror.

Típica familia millonaria no americana que solo verlos te hace dar cuenta que ellos te pisarán como a una hormiga si no sales de su camino.

Por eso, haría hasta lo último en esta vida para mantener a Sam lo más lejos posible de ellos, no quería que mi dulce rubio creciera para convertirse en la versión menor de su padre, o de Aida.

Los fines de semana eran exclusivamente para mi, pasaba a recoger a Sam a su prestigiosa escuela de paga, y lo llevaba a mi departamento o a la casa de mis padres. Todo el fin de semana era de nosotros, viendo películas, jugando Jenga, comiendo helado hasta reventar. Luego los lunes lo dejaba en la mañana en su escuela y repetimos todo el próximo viernes.

Fue un dolor de cabeza lograr que los Fitzgerald me dejaran quedarme con él los fines de semana, pero insistí tanto que no tuvieron de otra que decirme que sí.

Lo único que quiero y que considero importante en esta vida es la felicidad de Sam.

Bajé por el ascensor mientras me repetía una y otra vez que mi atuendo estaba bien, que me habían peinada bien y que lucía bien, no había gran cosa de la cual preocuparse, sólo era una salida casual.

Sólo que esa salida es con Chris Evans y eso le quita mucho crédito a la palabra 'casual'.

Porque salir con una celebridad es todo menos algo 'casual'

Aún así, si me dejaba llevar por ese pensamiento y luego perdía la cabeza, quedaría en ridículo frente a Chris y no era ni de chiste lo que estaba buscando.