𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── 003:

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𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄

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CHAPTER THREE:



Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, pero nunca se callaban y ese era el mayor problema.

Sam no estaba borracho, pero si es un mocoso que jamás se calla.

Me atraganté con el helado, y deseé más que nunca no haberme levantado de la cama esa mañana.

Cuándo me recuperé de mi bochornoso momento con el helado, le agradecí a todos los dioses existentes que mi largo cabello negro me estaba tapando mi cara, roja de vergüenza.

Escuché la risita de Chris seguida de la de Sam, Chris debía de saber perfectamente lo que le provocaba a la mayoría de mujeres, es un hombre hermoso y él estaba consiente de eso, y se aprovechaba si podía.

No lo culpaba.

Sam comenzó a preguntarle cosas sobre Thor a Chris, y aproveché para pensar como decirle que realmente, aunque estaba disfrutando estar con semejante hombre, teníamos que irnos. Aida se pondría a fastidiar toda la semana por esto, siempre buscaba cualquier error que yo cometa para comenzar con sus sermones. Una parte dentro de su cabeza le decía que yo era su hija y debía de regañar como a hija.

Muchas veces simplemente la dejaba hablando sola y me iba, y eso la molestaba más.

Aida no sabía cuándo cerrar la boca, y su hijo es idéntico a ella, la diferencia es que él es un tierno niño, ella es una treintañera amargada.

El resto del helado lo comí sin hablar. Lo bueno es que Chris estaba lo suficientemente entretenido con Sam como para darse cuenta de mi.

Hasta que mi celular sonó ruidosamente, me disculpe con el hermoso hombre sentado junto a mi y me levanté para responder, y como si la hubiera invocado, Aida.

¿Dónde estás?—pregunta en el segundo en que le contesto.

—En el parque.

¿Y mi hijo?—vaya, hasta que se acuerda que tiene uno.

—Esta aquí conmigo.

Bueno ya han estado mucho tiempo fuera, traelo a la casa.

Y sin dejarme responder al meno, cuelga la llamada.

Pero yo me quedo ahí parada, fingiendo que sigo hablando, dándome tiempo a mi misma para tener una idea de cómo decirle a Sam que ya nos teníamos que ir.

Chris Evans es un hombre famoso, seguramente tenía muchas cosas que hacer, pero no quería hacer sentir mal a Sam así que se quedó con él, pero al fin y al cabo, seguía siendo un hombre famoso con muchas cosas que hacer.

Será simple, solo le diré que ya nos tenemos que ir, y le rogare a todos los Dioses que Sam no llore.

Toso de una manera sumamente fingida para que ambos me vean, y cuando lo hacen, me arrepiento de haber visto a Chris, porque ya estaba olvidando lo hermoso que es.

—Sam, ya nos tenemos que ir.—el susodicho hace un puchero y ya conozco el drama que se avecina.

—Pero yo me quiero estar con el Capitán.

Ya somos dos.

—Lo sé cariño, pero tu madre ya me llamó y sabes como se pone, luego te va a castigar.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 ── chris evans [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora