- L - Aclaración

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Me pregunté cómo los días podían pasar tan rápido. Es cierto, el mundo contra mi de nuevo.
Uno pensaría que deberían pasar lentos, ya que tenía ganas de ir a esa cita. Pero todo lo contrario, el universo decidió darme menos tiempo para reprimir nervios o decidir que debería llevar o hacer.

En un principio mi aspecto no era lo que más había tenido en mente, pero la insistencia y emoción de Denise sobre el tema me hizo ponerlo en primer lugar.
Los días no eran precisamente calurosos, por lo que por desgracia (de Denise) los vestidos o faldas habían quedado descartados.

Me encontraba en la sala común de Gryffindor, terminando unos deberes de transformaciones. Sola. Un milagro, para decir verdad.
Aunque eso desapareció por instantes cuando unas risas comenzaron a escucharse en la lejanía, acercándose cada vez más.

-Es chocolate de verdad Rems, deja de sospechar- dijo la voz de James con diversión. Los cuatro chicos entraron en la sala común, acercándose a los sofás y sillones donde yo estaba sin cesar su conversación.

-Por supuesto- respondio este desconfiado. Parecio hacer ademán de tirar el dulce a la chimenea y dejar que se quemase. Pero al ser chocolate, no se vio capaz.
Los chicos, ya sentados, siguieron hablando entre risas, mientras yo seguía con mis deberes.

Parecieron percatarse de la poca atención que les estaba prestando, Remus se vio orgulloso, aunque fue el único.

-¡Hound!- dijo James poniendo su mano sobre mi pergamino. Por suerte, la tinta ya estaba seca.
Levante la mirada con el ceño fruncido.
-¡Deja esos endemoniados deberes!-

-James, es un milagro que este haciendo esto por voluntad propia, déjame aprovechar- conteste con un resoplido. El miope se cruzó de brazos para luego sentarse de nuevo en su lugar.

Hubo unos segundos de silencio, en los que yo revisaba el libro e apuntes para terminar mi tarea. Que, por cierto, estaba a punto de llegar a su fin.

-¿Que tienen pensado para mañana?- pregunto Peter repentinamente mientras sujetaba un pastelito. Sin querer, deje que mis oídos escuchasen la conversación, por curiosidad de cómo terminaría.

-Obviamente los Merodeadores pasarán un tiempo en familia, como la tradición indica- contesto James con una sonrisa. Remus asintio devolviendosela de forma más dulce.
Peter pareció mostrarse de acuerdo mientras comía.

Sin embargo, los tres chicos notaron el extraño silencio de Sirius, quien no sabía exactamente cómo proceder o responder. Pude notarlo con facilidad, yo tampoco sabía.
Tosi mientras levantaba la cabeza de nuevo, dando un vistazo a los chicos con una sonrisa incómoda.

El ojigris se había sentado cerca mío. Esta última semana ambos habíamos sido vergonzosos, un suceso digno de admirar. Por lo que, volvíamos al silencio, como unos días antes. Solo que ahora no era por enfado.
Volvi mi cabeza hacia Sirius, sin sorprenderme por que sus ojos no se despegasen de mi. Buscaba apoyo.

Me extrañó que Sirius no lo... simplemente... soltase. Para salir se situaciones incómodas el ojigris solía soltar la bomba como si nada y después desaparecer.

Tal vez tan solo quería ver cómo manejaba la situación yo misma.

Abri mi boca dudando, para después volver a cerrarla, buscando palabras.
-En realidad...- comenze cerrando mi libro sin verlo.

En otra ocasión no hubiese tardado en contarlo todo a mis mejores amigos. Pero ahora era diferente, ya que el tema en sí tocaba un conflicto que todos conocían.
Sabían que Sirius y yo nos habíamos arreglado, había sido imposible no darse cuenta.
Pero no conocian el hecho de que hubiésemos puesto en marcha un intento de relacion que comenzaba mañana.

-Tenemos planes- dijo Sirius cruzandose de brazos mientras una sonrisa de orgullo se dibujaba en su rostro.
Di una bocanada de aire, conservandola en mis pulmones unos segundos más de lo normal antes de soltarla. Mentalizandome por sus posibles reacciones aunque no pudiese esperar a verlas.

-Sirius y yo... hemos quedado este sábado...- continue. Hubiese sido más fácil decir "cita" pero en el momento no me vi capaz por los nervios.
Aunque eso fuese algo que había deseado tanto, decirlo en voz alta con alguien que no fuera Denise me ponía los pelos de punta, haciéndome recordar lo real que era.

-¿Como una cita?- pregunto Remus inclinándose hacia delante con palpitante curiosidad que no pudo esconder.

-Como una cita- afirmo Sirius con voz firme y llena de orgullo. Escondí mi cabeza entre mis manos, removiendo mi pelo para despertarme.
No era para tanto, o no lo suficientemente como para que tuviese que andar con pies de pluma con mis amigos y compañeros de vida.

A Peter se le calló el pastelito mirandonos con asombro. James, por otra parte, se levantó con confusión, pero igualmente con emoción.

-¡Eso es maravilloso!- exclamo. No me esperaba menos de él.
Peter asintió repetidamente.
-Podremos tener citas dobles con Lily y yo-

Rei mirándolo divertida, al igual que una amigos. Estaba claro que James era de pensamientos firmes e inalienables.

-Cuando ceda, Cornamenta- le recordó Sirius entre sus risas. El nombrado levantó su dedo índice, dejándolo a la altura de su rostro con expresión segura.

-Correcion, cuando se de cuenta de que me ama, al igual que Reneé contigo, obvio- aclaro con voz firme, soltando una indirecta muy poco disimulada.

Negué con la cabeza riendo levemente, con un leve sonrojo mientras volvía a notar la mirada de Sirius a mi lado.

-¿Como pasó?- pregunto Remus con suavidad. Aunque no fuese una persona de meterse en los asuntos de los demás no podía evitar interesarse.

-No pudo seguir ignorando mis encantos- explico Sirius con obviedad. Le di un suave manotazo en el hombro, mientras el me miraba de nuevo de forma más tierna, como si hubiese respondido tal y como el quería, intentando divertirme.

-Simplemente era ridículo seguir discutiendo- dije con un suspiro satisfecho. De verdad me encontraba agotada, y sabía que debía reposar par sestar preparada para mañana.
-Voy a descansar chicos... hablaremos mañana, pero os dejo a Sirius para que le preguntéis a él -

No me pararon, vieron mi cansancio y sabía que era lo mejor para mi.
Sirius me ayudó a recojer mis cosas rápidamente, dandomelos ordenados para que los pudiese llevar con más facilidad, le sonreí agradecida mientras este juntaba sus labios con mi frente.
Despidiéndose y dándome las buenas noches de forma tierna.

Agite la mano dando las buenas noches a los demás, subiendo las escaleras hacia la habitación de los Merodeadores hasta perderme en mis sabanas.

𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora