𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]

- XII - Beso y celos

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Sus ojos me miraban tiernos y me dedicaba una media sonrisa nerviosa.
Luke era un buen chico, lo pasé muy bien en esta cita.
Luke sabía hacerme reír, era dulce y protector.

No era narcisista ni egocéntrico, y no le importaba mi gigantesco orgullo. Siempre que sacudía el pelo de forma superior o hacia un comentario acerca de mi divinidad él sonreía.
El disfrutaba de lo que decía, de mi forma de ser.

No podía negar que era guapo, era como esos príncipes de las películas infantiles, esos rubios de ojos azules perfectos.

No respondí a su pregunta, solamente hacerque más mi cabeza, incitandole.
Me sonrió de lado y se acercó posando sus labios sobre los míos.

Cerré los ojos para disfrutarlo. Era un beso lento y dulce, cargado de sentimientos.
Subí mis manos hasta que llegaron a su rostro, y acaricie sus mejillas con las llemas de mis dedos. Nos separamos lentamente para tomar aire.

Luke me miraba fijamente con los ojos entrecerrados, a través de sus pestañas.
Rei levemente y lo volví a atraer a mi.

Esta vez el beso era más confiado, jugué con su cabello con una de mis manos. Mientras el me acercaba más.
Estabamos fundidos en ese apasionado beso cuando de repente algo nos separó.
—Pero que-...— comenzo Luke con tono molesto.

Me giré para encontrarme con los demas Merodeadores.
Sirius y James estaban a unos centímetros de nosotros, ambos nos miraban irritados.

Detrás de estos, a unos metros, estaban Remus y Peter.
Peter parecía no saber que hacía allí y Remus me miraba con una media sonrisa como pidiéndome perdón.

—¿Pero que os pasa?— les pregunte molesta a ciertos azabaches.

Se miraron mutuamente y sin decir nada Sirius me cargó como saco de patatas... una vez más, mientras que James miraba mal a Luke y le susurraba algo.
Luke lo miro mal y el miope nos siguió.

—¡Eh! SIRIUS ORION BLACK BAJAME IMBECIL— grite dando golpes en su espalda.
—NO SOY UN BULGAR SACO DE PATATAS BAJAME MASTODONTE—

Podria haberle dado patadas, pero tampoco le quería hacerle daño.
Suspire y me despedí de Luke con la mano.

Entramos en el castillo. Remus se puso a mi vista, por lo que podía ver algo que no fuese el castillo ni la espalda de Sirius.
—Tu no les has permitido esto ¿cierto?— le pregunte alzando una ceja con una sonrisa burlona.