𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]

- XLVII - Amortentia

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Aveces me odiaba a mi misma.

No entendía cómo me permitía ser tan débil. Como dejaba que una sonrisa o un destello de sus ojos grises me calmasen al completo.

Unos días después de la última luna llena, había calmado mi mal humor. Sirius comenzaba a tener una relación más constante con Jackelyn. Anque el no fuese de esas cosas.

Casi me sentí bien cuando lo vi besándose con una rubia de Huffleppuf y al minuto irse con Vohila sin que esta se diese cuenta. Eso me demostraba que no iban tan enserio como el chico me hacía parecer.

Pero por el momento el único pensamiento que acudía a mi mente era "llego tarde".
James me levanto tarde y yo me retrasé más de lo normal al tener que perseguir a mi mini Jarvey. Quien me había robado la varita a forma de juego.

Abri la puerta del aula de pociones con brusquedad, ya que prácticamente había medio tropezado al hacerlo.

Al instante un olor a Sirius acudió a mi mente, hecho que me hizo sonreír mientras cerraba los ojos por unos segundos para seguir oliendo.
Me pregunte por el motivo, pero al ver a los chicos sentados cerca imagine que haría poco que habían pasado por donde yo.

—¿Orion te restregaste por el suelo de esta aula? Porque apesta a tu perfume— rei bromeando.
A pesar de la tensión entre nosotros me vi capaz de decir eso mientras inhalaba de nuevo. No nos llevábamos tan mal por el momento.

Al segundo pensé que habría una risa general pero me sorprendí al silencio total de los Gryffindors y Slytherins, quienes pegaron su mirada en Sirius y yo. Pasando su mirada por ambos.
Incluso el profesor guardó silencio.

Sonreí incómoda por mi total confusión, sentimiento que se reflejaba claramente en mi mueca.
Junte mis manos, jugando con ellas con inconfortabilidad.

—Que dije mal— tartamudee con una risa nerviosa. Buscando una explicación en los rostros de mis amigos, que me miraban desde con diversión y vergüenza ajena.
La ancha sonrisa de James era notable, que parecía sentirse orgulloso de si mismo por algún tipo de hecho o decision ajena que parecía haber sido mía.
Remus se encontraba levemente sonrojado, con una media sonrisa pero con clara vergüenza por mi situación. Aunque ni yo misma la entendiese.
Peter estaba callado, mirando exactamente al igual que los demás y algunos rostros conocidos.
Me detuve en la expresión de Sirius, anteriormente tenía la cabeza escondida entre sus brazos pero ahora me miraba con un claro sonrojo, reposando su cabeza entre sus manos, apartando así de su frente algunos mechones. Teniendo que girar su cabeza para verme.