𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]

- LXI - Mala broma ii

Llegue al gran comedor, de donde provenian los gritos. De hecho al asomar la cabeza no pude verme más asombrada.
En el centro habian diferentes grupos de alumnos de diferentes casas discutiendo con los profesores. Obviamente no conocía a esas personas pero juntando toda la información imagine que ellos también habían cambiado de sexo y por eso el revuelo.

Me acerque rápidamente, habian muy pocos alumnos sentados en las mesas, ya que los demás estaban o, discutiendo o simplemente cotilleando o riéndose de sus compañeros afectados.

—¿¡Cuál es el contra hechizo?!— preguntaba una "chica" a Minnie. Hice espacio entre las personas hasta llegar a McGonagall.

—¡Minnie! Fue Quejicus seguro— le dije cuando me acerque, parándome delante empujando a la "chica".
La profesora me vio con una ceja alzada, y al ver mi mirada acusadora pareció reconocerme.

—No hay pruebas Reneé...— comenzó otro profesor cansado antes de que lo interrumpiese.

—¡Remus dijo que la poción es muy complicada de preparar! Y solo se me ocurre un niño grasoso capaz de prepararla— segui señalando al acusado tan tranquilo en su mesa.

"Aparten o les aparto" escuche una voz decir detrás mio.

—¡Minnie! ¡Mira lo que me hizo Quejicus!— dijo James parándose a mi lado y mirando a la profesora McGonagall con una pose dramatica.
Detras suyo apareció Sirius para sostener a James siguiendo su drama, asegurándose de hacer volar bien su cabellera.

—¡Esto es muy grave Minnie! No se compara con nuestras inocentes bromas— se quejó Sirius fingiendo tristeza.

—¡Exacto! Esto viola los derechos humanos, sabes lo raro que se siente
no tener-...— antes de que terminase su frase le tape la boca a James, divertida por el teatro de ambos.

De lejos vi a Remus mujer sentándose en la mesa de Gryffindor al lado de Lily y algunas amigas de esta, que lo miraban sorprendidas, el ojimiel habia arrastrado a Peter para que se sentase con él y no causar más problemas como lo haríamos nosotros.

—¡Calmensen ahora! Estamos investigando, no fueron los únicos afectados— les regaño Minnie con una mueca irritada. Al escucharla muchos de ahi se callaron, ya que Minnie siempre había impuesto autoridad.

—¿Pero no les parece raro que no haya ningún Slytherin infectado?— reclamo Sirius dirigiendose a los profesores presentes. Algunos de estos revisaron la mesa de reojo en respuesta.

"¿Tu eres Sirius Black?" Le pregunto un chico a su lado, sentado en la mesa de Ravenclaw. La ojigris se giró hacia él con una ceja alzada"Que quieres, ¿un beso?" contestó burlon.
Me hizo gracia poder escuchar eso por encima del ruido.

—¡Vayan todos a sus mesas!— ordeno el profesor de encantamientos extendiendo las manos y alzando la voz para que todos le escuchasemos —Slughorn nos aclaro que los efectos de la poción tan solo duraran pocas horas, pueden sobrevivir eso—

El director no parecia estar presente, donde esta cuando se le necesita, pensé.
Los alumnos volvimos a nuestras mesas a regañadientes hechando malas miradas a Slytherin, sobretodo Gryffindor y los efectados por la poción.

Junto con Sirius y James nos fuimos a sentar junto con Remus y Peter, que ya nos habían guardado sitio.

—¿Hubo éxito?— pregunto Peter mientras Remus daba un sorbo a su café matutino. Los tres negamos con la cabeza.

—No, hoy he perdido mucho mas que solo mi-...— comenzó James con aires de nostalgia.

—¡James!— le interrumpi regalándole con una sonrisa divertida que me devolvió. Sirius rio por lo bajo mientras se servia una pasta.

—¿En verdad son ustedes?— pregunto Lizzie, quien estaba sentada al lado de Lily. Nos giramos hacia ella confusos.

—Quien sino, nadie es capaz de imitar nuestra divinidad— dijo Sirius con orgullo, a lo que yo rode los ojos dándole un golpecito. —¿Que? Es cierto, hasta mujer soy más hermoso que todos ustedes—

—No te pases con la humildad Canuto— bromeo James resoplando. El nombrado solo le revolvió el pelo, siendo mujer el estropicio resultado era mucho más notable. —¡EH no hagas eso pulgoso!—

A mi lado apareció una cabellera rubia que me abrazó por detras con una notable risa —Morena, te hiciste algo en la cara, ¿cierto?— bromeo Denise sentándose a mi lado.

—¡Pues de hecho si! Ahora soy hombre— le conteste siguiendole la broma. Ella hizo una mueca pensativa y luego se le iluminó el rostro.

—Eso era la que yo notaba— ambas reímos en respuesta al diálogo. De reojo pude ver como Denise y Remus intercambiaban sonrisas.

—Esto de ser mujeres nos abre muchas posibilidades— dijo James con decisión mientras daba un golpe a la mesa, pegando su vista a la nada con una sonrisa traviesa.

—Durante 4 horas— interrumpió Remus preocupado por los maleficio planes de sus amigos. James le miro con una mueca disgustada, seguro lo que tenia en mente requería más tiempo.

—Con las clases no tendremos tiempo de nada— se quejó Sirius jugando con su larga cabellera con una mano. —¿Creéis que podría aconseguir bebidas gratis asi?—

—¿No era que eso ya lo hacias?— dije mirándolo con una media sonrisa. Sirius me miró asintiendo con inocencia.

—Tu ya me entiendes René, hay tabernas donde son hombres a los que hay que seducir— aclaro con voz suave, sonriendo con orgullo.

—Lo que tu digas Sylvia, pero que tu novio no se ponga celoso— dijo James señalandome con una risita. Sirius me miró antes de dirigirse a James.

—Jane, ell... él mismo sabe que es por un bien mayor—
Asenti rodando los ojos con una sonrisa.

—Se ven encantadores asi— dijo Lily viendo al grupo con una leve sonrisa. Nos volvimos para verla algo confundidos por su participación en la conversación.

—¿Hasta así te parezco atractivo, Lily?— preguntó James alzando una ceja y inclinandose hacia ella con una sonrisita encantada. La pelirroja resoplo bromeando, lo que no pudo sorprenderme más.

—Como tu digas Potter— contestó manteniendo su sonrisa y volviendo a dar un sorbo a su té. Intercambie una mirada interrogaria con Remus, sin entender el buen humor de Lily.

—Me partes el corazon Lilianne— dramatizo James observando de reojo como ella tomaba su té. La pelirroja le sonrió de nuevo algo cohibida y volvió a conversar con sus amigas, dejando a un James encantado por lo que acababa de pasar.

Sirius le dio un codazo al miope, sacandolo de su trance. Ambos se miraron con una sonrisa, la de James mas definida.