𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]

- XXXVIII - Lesiones 3/3

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—¿Sabes que significa Sirius?— pregunte de repente.
La pregunta me vino a la mente al observar sus hermosos ojos plateados.

El ojigris se mostró confundido pero asintió con una media sonrisa divertida.
—Es la estrella más brillante que se puede ver desde la tierra— explico.
Asentí, ya también sabía eso.

—¿Todos los Black tenéis nombres relacionados con la astrología?— pregunte de nuevo. El chico asintió.

—La mayoría, si— respondió sin dejar de mirarme.
—Es lo único que me gusta de mi familia— terminó sonriendo levemente de nuevo. Le devolví la sonrisa.

—Es una costumbre muy hermosa— dije concordando con sus pensamientos.
—¿Algún día también llamarás a tus hijos como estrellas?—
La pregunta lo asaltó por sorpresa, ya que abrió sus ojos levemente.

—Supongo que si...— contestó pensando en voz alta planteándose la posibilidad.
—¿Tu como llamarías a tus hijos?—

Frunci el ceño pensativa, ya que al igual que Sirius nunca me había planteado eso.
—supongo que si fuera niña le pondría de segundo nombre Ruby... o Alexander de segundo nombre si fuera niño... en honor a mis padres...— comenze ante la mirada atenta del ojigris.

>>Pero nunca me he planteado ningún nombre.

El chico levantó su vista al techo de la infermeria con una sonrisa.
—Antares Ruby Black— pronuncio suavemente con expresión soñadora.

Al principio tarde en procesar, hasta que me di cuenta que había creado un nombre para nuestra "futura hija".

Me sonroje violentamente, y para mi mala suerte Sirius bajo la cabeza y me vio.
Escondí rápidamente mi cabeza en su pecho mientras este soltaba algunas carcajadas.

Antares era el nombre de la estrella más brillante de la constelación Escorpio. Era un nombre realmente único.

—Polux Alexander Black— dije volviéndome a separar. El rostro del ojigris estaba levemente sorprendido por mis palabras.
El nombre de la estrella más brillante de Géminis.

—Que hermosos nombres para nuestros hijos— dijo Sirius mirándome con una sonrisa coqueta.
—La niña con el cabello de su madre y los ojos de su padre—
Rei levemente imaginandomela.

—El niño con el cabello de su padre y los ojos de su madre— termine. El chico se unió a mis risas.

—De todas formas, fuesen como fuesen heredarian nuestra deslumbrante belleza— dijo con arrogancia. Mis risas se intensificaron. Negué con la cabeza divertida entre carcajadas.