- LX - Mala broma

500 68 18
                                    

—Se van a enterar—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Se van a enterar—

Creo que hasta yo misma me sorprendi de lo agresiva que sonó mi voz. Baje con rapidez las escaleras del dormitorio de los Merodeadores, casi tropezando de la ira que sentía. Tal vez también fuese porque aun no me acostumbraba a mis masculinas piernas.

Flashback

Me desperté por un grito femenino, lo que no pudo extrañarme más ya que en el dormitorio solo habían hombres excepto yo, y dudaba que los pulmones de una chica de Gryffindor hubiesen llegado al extremo de que yo, aun dormida, lo hubiese escuchado desde el dormitorio.

Me incorporé, separándome de Sirius sin apenas tomarme el tiempo de verlo con detenimiento cono haria en cualquier otro caso. Estaba demasiado extrañada por la proximidad del grito femenino.

Lo que vieron mis ojos a continuación fue demasiado raro. Las camas de mis amigos tenían las cortinas corridas, excepto una, la de Remus, quien parecia haberse levantado y haber ido al baño para asearse el primero como sucede normalmente.

Me frote los ojos mientras me acercaba al baño, que tenia la puerta entreabierta para ver si todo estaba bien. En el proceso me sentí más alta de lo normal, pero pensé que sería tan solo un efecto optico y lo ignore.

—Remy esta todo bien?— Abri la puerta lentamente junto con mis palabras acompañadas de un bostezo.

Habia una chica mirándose al espejo perpleja. En otro caso puede le hubiese tirado algo y la hubiese insultado por colarse en el dormitorio, pero hombre o no, reconocería a Remus en todas partes.
La chica tenia el cabello de ese color castaño claro mal cortado y sobre los hombros. Largas cicatrices recorrían su piel pálida. Ella se giró aterrada para verme con sus ojos ojimiel.

—¿¡REMUS!?— Exclame a pleno pulmón, sin embargo mi voz sonó mucho más grave de lo que debería, lo que me hizo asustarme aun más.
—¿¡QUE-?!—

Me pare al lado de la chica ojimiel para verme al espejo yo también. Pero en vez de mi atractivo reflejo femenino habia un chico de cabello castaño y ojos azules. Tal y como yo lucia pero en hombre.
Agradecía haber usado ropas holgadas esa noche.

—Q-Que ha pasado...— tartamudeo Remus viendo nuestro reflejo. Se me iluminó la mente y salí apresurada del baño.
Abri las cortinas con rapidez, de los gritos los chicos ya se habían despertado y estaban medio incorporados. Me quede muda al ver a tres chicas en vez de a mis amigos.

—¿¡Y TU QUIEN ERES?!—pregunto James tomando sus gafas y poniendoselas rápidamente.
Me tape la boca con las manos por la conmoción y la risa. —¿¡De que te ries!? IDENTIFICATE—

—Jamie que te ha pasado— lloriqueé acercándome. El intento apartarme totalmente confundido.
James era una chica de rasgos lindos, aun mantenía esa mirada traviesa reflejada en sus ojos castaños. Su cabello era largo y ondulado, le llegaba por arriba de los pechos aunque se encontraba hecho todo un lio.

—¿..James...?— dijo "Sirius" con voz entre asustada y divertida. Me aparte para que ambos se viesen.
Igualmente aproveche para ver al mayor de los Black. Era una chica muy hermosa de rasgos marcados y ojos grises felinos. Su cabello negro sedoso le caía hasta debajo de los pechos como una cascada totalmente lisa.

—¿Siri?— susurro el miope viéndolo con los ojos entrecerrados —Fijate, estas buena—

Le di un golpe leve en el hombro a James en forma de aviso, lo que hizo que este me mirase comenzando a entender la situación. —Cuidado que es mi novio... bueno novia—

—¿¡RENEÉ?!— pregunto alterado Sirius levantándose rápidamente y tropezando al acercarse. —No... princesa que te paso— se quejó tocando mi rostro.

—Aun así sigo guapo ¿no?— hize un puchero mientras veía a la ojigris mirarme asustada, pero aun así esta asintió con una leve sonrisa. —Mira a Remusin, sigue tierno—
Este salio del baño algo avergonzado, viendo a sus amigos sorprendido.

—¿Y Peter?— pregunto James curioso. El... bueno la miope corrió las cortinas para ver a su amigo.
Una mujer rubia bajita y algo llenita de pelo corto recien se despertaba. Peter soltó un grito al verles.

Mientras James le explicaba la situación Sirius se apresuro al baño para verse.

—¡Orion te prohibo verte o tocarte los pechos!— le adverti acercándome para verle en el baño. Sirius que se miraba orgulloso al espejo me miró con una mueca burlona.

—¡Jamie vente!— le llamo Sirius. Este no tardo en ponerse a su lado para verse. Ambos se miraron y comenzaron a discutir quien era la más guapa.
En eso escuche el "click" de una cámara de fotos.
Al girarme vi a Remus con la cámara de fotos de James, captando la situación para inmortalizarla.

—¿Entonces como se supone que debo llamarte? ¿Sirena? ¿Sira? ¿Sylvia?— pregunto divertido la miope. Sirius se lo pensó pero termino por encogerse se hombros.

—Esta bien pero a cambio pienso llamarte... Jaimine... Jamine...— La azabache se detuvo a pensar bajando la mirada confundida —Jane, si Jane— de termino decidiendo con orgullo.

—Entonces Peter és Petra— dijo Remus sumándose a la conversación. Ambos azabaches salieron del baño para hablar con los demás con más comodidad. —Y el masculino de Reneé sería René—

Me giré hacia la ojimiel con una sonrisa decidida —Y tu, mi querido Remusin te llamarías Rema, no se me ocurre otro femenino— la chica de las cicatrices se encogió de hombros con una leve sonrisa.

Fin del Blashback

Después del trance inicial que me había tomado por decirlo así, bien. Me había dado cuenta de que alguien nos la había jugado, le había gastado una broma a los Merodeadores.
Después de preguntarle a Remus, este aclaro que la poción que provocaba el cambio de género era muy complicada de hacer, aun así, la que seguramente nos habrian dado duraría tan solo unas horas. Ya que la verdadera poción cambia géneros, solo podía ser usada por el ministerio.

Tenia claro que, seguramente, Slytherin había ideado ese plan. Además que tan solo Quejicus seria capaz de hacer una poción como esa.

Mis amigos corrían detrás de mi. Al igual que yo no se habían cambiado porque se los había prohibido. De misma forma teníamos demasiada prisa para averiguar que sucedia como para eso.
Sorprendentemente no había nadie en la sala común, sin embargo se escuchaba el eco de los gritos por los pasillos del castillo.

Sorprendentemente no había nadie en la sala común, sin embargo se escuchaba el eco de los gritos por los pasillos del castillo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora