- LVIII - Entrenamiento

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Me gustaría poder haber dicho que fueron los cálidos rayos de sol los que me despertaron y no el pie de James

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Me gustaría poder haber dicho que fueron los cálidos rayos de sol los que me despertaron y no el pie de James.
En ese momento no me importo como llegaron a mi rostro, tampoco lo hizo la violencia con la que los aparte de ahí.

—¡Ah!— se quejó este mientras se caía al suelo. Me removi hasta abrir los ojos con una mueca. Tan solo Sirius y Remus estaban levantados.
Peter se encontraba tan dormido como yo hace unos segundos, y por ello, mi envidia hacia su persona en estos momentos no podía ser mayor.

—Genial, ahora tendré hongos en mi cara— escupi mientras volvía a taparme hasta la frente. Sirius río, note su voz acercándose hasta detenerse encima mío, quedándose agachado al lado de mi cabeza.

—Yo te querría igual— bromeo mientras me destapaba la cabeza para poder verme. Sonrio y vaciló en algo que mis sentidos adormilados no pudieron detectar, hasta finalmente besar mi frente con cariño. —Buenos dias—

Una sonrisa no pudo evitar surcar mi rostro mientras cerraba mis ojos ante el contacto. El que se percató se separo un poco con una leve risa mientras ahora depositaba uno en la punta de mi nariz, dejando mi rostro a la altura de su cuello mientras alguno de sus mechones rozaban mis pómulos.

Un carraspeo por parte de James los sacó de su burbuja creada involuntariamente. Sirius lo miro mal durante unos segundos mientras se separaba.
—Busquensen una cama— dijo el miope, atreviéndose a bromear viéndolo adecuado, ya que ya no había tensión en la pareja.

—Cada día tu humor evoluciona James— dijo Remus recogiendo un poco por orden de los profesoras. El nombrado sonrió orgulloso, ahora dirigiéndose a despertar a Peter.

Lentamente todo el comedor fue tomando vida, los alumnos ya estaban despiertos y los profesores ya casi habían terminado de asegurar la seguridad del castillo.
La buena noticia es que no habían clases, de hecho lo primero que James sugirió fue comenzar con los entrenamientos de Quidditch. Al ahora ser el capitán del equipo y tener a su equipo fichado no había problema.

La noticia rápidamente se dispersó, de hecho muchas irían a verlo. McGonagall dio su positiva a la idea por lo que no hubo nada que los detuviese, de hecho entre los profesores les pareció bien tener a un gran grupo de alumnos fuera el castillo para terminar su tarea.

En lo que pareció ser un parpadeo habia sido arrastrada a los vestuarios. Sin embargo, al ser un entrenamiento no vi necesario utilizar las ropas del equipo. El uniforme siempre estaba guardado allí en las respectivas taquillas si así lo deseábamos, en mi caso así era. De hecho junto al lado del uniforme también tenía una muda cómoda para estas situaciones o simplemente emergencias.

Aquila se me unió en el vestidor de chicas unos minutos más tarde, sin embargo ella se encontraba llena de vitalidad. A diferencia de mi ella se puso el uniforme de Quidditch.

Deje mi túnica y me puse un top gris de tirantes anchos no muy corto junto con unos pantalones "chándal" holgados conjunto, que se cerraban en mis tobillos. El conjunto también tenía una chaqueta grande a conjunto con una cremallera y capucha, sin embargo me debatía sobre llevarla o no, ya que el día parecía presentarse cálido.
Termine por atarmela a la cintura por usarla en caso de necesidad, de todas formas podría dejarla por allí si quería.

𝕱𝖊𝖊𝖑𝖎𝖓𝖌𝖘 || Merodeadores [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora