63. Luchando contra las chicas

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Nota de autor: ¿Si se dan cuenta de que he negado está historia 63 veces? Sigue siendo de nuestra diosa y amada Moonsign mientras que el mundo le pertenece a alguien llamado J.K Rowling. Yo solo traduzco. 

"Cuando no escuchamos a nuestra intuición, abandonamos nuestras almas. Y abandonamos nuestras almas por el miedo de, que por no hacerlo, otros nos abandonen."

Terry Tempest Williams "Cuando las mujeres fueron aves".

SIRIUS:

Sirius no pudo pasar por alto el que Remus estaba preocupado por algo, pero no fue hasta que se encontraban en la cama esa noche que el chico decidió acercársele. James y Peter roncaban suavemente, con Peter en la cama y James durmiendo en el suelo a su lado. Un ruido se provocó en el saco de dormir en donde estaba Remus hasta que ambos muchachos se encontraban a menos de centímetros el uno del otro. Sirius sacó sus brazos y envolvió a la bolita que se acurrucaba a su lado, finalmente cerrando el espacio.

— ¿Qué sucede, Lunático? —Murmuró— Sé que te pasa algo. Todo el día has estado estresado.

La cabeza de Remus emergió del saco de dormir, su arenoso cabello levantado por la estática, totalmente despeinado, y presionando su rostro en el cuello de Sirius: — Me alegra que estés aquí —Susurró— Angela y Neil lo saben.

— ¿Saben qué?

— De nosotros. Tú y yo.

El corazón de Sirius se detuvo en su pecho. ¿Esto había estresado a Remus? Apostaría todo su dinero en creer que los Anders apoyarían a Remus, en especial tras la muestra de aceptación que tuvieron con respecto a su licantropía. Era cósmicamente injusto que Remus terminara con familias que no lo aceptaran completamente.

— Oh, Merlín, Rem, lo siento tanto —Sirius pasó sus dedos por el fino cabello de Remus.

Remus negó sin levantar la cabeza: — No, no. Está bien. Ellos... me refiero... están bien con nosotros. Me dieron "La charla". Solía pensar que la única ventaja de haber perdido a mis padres biológicos era que podría evitar hablar sobre el sexo. Casi me derrito por la vergüenza. ¿Cómo es que saben tanto sobre el sexo homosexual?

Sirius dejó salir una risita mientras que una traicionera parte hormonal dentro de él esperaba que Remus hubiese tomado notas a pesar de estar avergonzado: — ¿Entonces qué es lo que te molesta?

Los siguió un silencio bastante largo, entonces Remus se revolvió nuevamente hasta que estaba boca abajo, apoyándose en sus codos para poder ver a Sirius a la cara. Se veía pálido y cansado con la poca luz que atravesaba las cortinas y provenía de la calle: — Sirius —Empezó, su voz suave y demasiado seria— Si alguien te ofreciera una poción o hechizo que pudiera ayudarme en la luna llena, ya sabes, como quitar el dolor, permitirme conservar mi mente y eso, ¿Qué harías para dármela?

Sirius abrió la boca para dejar salir un "Cualquier cosa, Lunático" pero se detuvo antes de hacerlo. Había algo en el tono de voz de Remus que le había puesto los nervios tan tensados como las cuerdas de un violín. Se dio cuenta de que Remus quería oír la respuesta sincera. Una verdadera respuesta. Lo pensó por un momento antes de responder: — Casi cualquier cosa, Lunático. Daría mi vida si eso te ayudara en tus transformaciones.

Casi cualquier cosa —Remus repitió, pero su voz no sonaba dolida o molesta, solo rara. Bañada tétricamente en cinismo— ¿Dijiste que darías tú vida, Canuto?

— Sí —Sirius respondió, el corazón martilleándole en el pecho.

— ¿Darías todo tu dinero?

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora