62. ¿Quién da fondos al señor tenebroso?

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Nota de autor: ¿Adivinen qué? Ya van 62 veces en las que he negado esta historia. Sigue siendo propiedad de la hermosa, diosa, poderosa y creativa Moonsing, mientras que el mundo le pertenece a J.K Rowling. De paso, he empezado a publicar mi primer trabajo original que pueden encontrar en mi perfil como "El debelador de almas" y apreciaría demasiado el que pudieran darle una mirada.

"La vida es graciosa. Las cosas cambian, las personas cambian, pero tú siempre serás tú, así que permanece fiel a ti mismo y nunca sacrifiques eso por los demás"

Zayn Malik

REMUS:

La última semana de escuela antes de las vacaciones de Navidad se pasó volando en una mancha de empacar maletas, revisar la tarea para vacaciones y peleas con bolas de nieve. Posiblemente lo único medianamente notable fue que, tras el éxito de "Operación lluvia de comida" y armado con una cara sin imperfecciones, Peter finalmente tuvo el coraje para invitar a Doreen Short a salir, quien (No para sorpresa de nadie, porque como Sirius había dicho cruelmente a Remus y James, la chica no iba a ser invitada por nadie más a menos que tuvieran fetiches con los bigotes) dijo que sí.

Una cita ilegal en las cocinas, dos días de cogerse de las manos entre clases y el que intercambiaran direcciones para mandarse cartas dejó a Peter con renovados espíritus para las fiestas.

Remus, por otra parte, no sabía cómo sobreviviría a dos semanas sin Sirius. Los Merodeadores habían acordado encontrarse la última semana en la casa de Peter, pero era un tiempo demasiado largo para los estándares de Remus.

En el lado bueno, podría ver a Neil y Angela. Era maravilloso el bajarse del tren y verlos esperando con los otros padres. Le hacía ver que por fin pertenecía a una familia tras tanto tiempo. Incluso cuando los saludó de la forma más normal que podía un quinceañero, esperaba que denotaran la felicidad en sus ojos.

— Entonces ¿Qué planean hacer el resto de los busca problemas por vacaciones? —Neil preguntó, esperando en la fila para usar la red flu.

— Sirius se queda con los Potter —Remus comentó— Y Peter también va a casa. Nos veremos allí en la última semana.

— ¿Qué no lo visitan sus familiares muggle? —Indagó Angela, tendiéndole algunos sickles al empleado de la estación.

— Sip. No creo que sus padres se den cuenta en el embrollo que se están metiendo al invitarnos, honestamente.

Neil dejó salir una risa: — Los compadezco. Vas primero, Remus.

Remus atravesó las verdosas llamas y apareció en la sala de la casa de Angela y Neil. Acostumbrado a los lujos de Hogwarts, Remus a veces olvidaba lo humilde que era la casa de sus padres adoptivos. Pese a que siempre se encontraba limpia y ordenada, los muebles eran viejos al haber sido comprados en tiendas de segunda mano en el callejón Diagon y el Londres Muggle.

Sin importar lo anterior, la casa entera emanaba dulzura y comodidad. Un árbol de navidad se encontraba de pie al lado de una ventana, brillando en rojo, verde, dorado y plata, con una serie de decoraciones mágicas y luces muggle. Debajo, una pequeña pila de regalos estaba cuidadosamente envuelta.

— Pensamos en ponerlo hasta que llegaras de la escuela —Angela le avisó— Pero las clases terminaron un poco más tarde, así que dedujimos el que disfrutarías llegar con la casa ya decorada.

— Está hermoso —Remus le informó, viendo alrededor y sintiendo el calor dispersarse por su cuerpo— Siempre soñé con navidades así cuando era pequeño.

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora