Convocando sombras de Luna

28. Transformaciones y alfileteros

Nota de autor: ¡Feliz primero de Septiembre! Como no podemos irnos a Hogwarts aquí les dejó este hermoso capítulo. Recuerden que la historia es de Moonsing y el maravilloso mundo de Harry es de J.K Rowling.

"Los animales son los mejores amigos

No te preguntan nada, ven más allá de las críticas."

George Eliot.

REMUS:

Remus siguió a sus amigos al desayuno al día siguiente sin apetito. La luna llena sería esa noche, y sus nervios debido al año que venía significaban que sería una muy ruda transformación. Era consciente de los ojos grises de Sirius, aún pesados con sueño, lanzándole miradas llenas de preocupación en el desayuno mientras picaba su comida.

— ¿Todo bien, Lunático? —Finalmente preguntó, poniendo un brazo sobre los hombros de Remus.

— Por supuesto —Respondió Remus, agachando la cabeza para que el otro no pudiera ver lo pálido y cansado que estaba.

— Deberías tomarte el día libre y descansar en el dormitorio —Sirius aconsejó.

Remus olvidó lo de esconder su cara y miró a Sirius con alarma: — ¡No! Es el primer día de clases. No pienso perdérmelo.

— Merlín, Lunático —Dijo James, acercándose por sobre la mesa cuando vio el rostro de Remus— En verdad te ves como el demonio.

— Peor que usualmente —Añadió Peter.

— Gracias, chicos —Remus murmuró, quitándose de encima el brazo de Sirius y dándose cuenta con sorpresa que extrañaba aquel tacto protector— Ustedes en verdad saben cómo subirle la autoestima a alguien.

— En verdad te ves pésimo, Lupin —Dijo una voz mandona al lado de Peter— Tal vez deberías ir a ver a Madame Pomfrey.

Remus levantó la mirada para ver a Lily Evans estudiándolo con ojos verdes muy abiertos. Su amiga Alice, quien estaba sentada a su lado, también parecía confundida de verla preocupada por uno de Los Merodeadores.

— Márchate, Evans —Le reclamó Sirius— Esto no es tu problema.

— ¡Claro que es mi problema! —Le gritó, sacudiendo su melena pelirroja y mirando mal a Sirius— Es un compañero de Gryffindor que se encuentra enfermo. ¿No recuerdas las palabras de la profesora McGonagall a principio de primer año? "Su casa será como una familia"

— Nosotros somos su familia —Peter intervino tímidamente. Nunca se sentía cómodo hablando con chicas, pero su lealtad a Los Merodeadores superaba su miedo. Remus trató de no demostrar lo mucho que le tocaba sus palabras.

Lily abrió la boca para añadir algo más pero fue interrumpida por la profesora McGonagall, quien repartía los horarios. Lily tomó el suyo, pero detuvo a la profesora: — ¡Espere! ¡Profesora!

McGonagall se giró con incertidumbre: — ¿Qué sucede señorita Evans?

— ¿No considera usted que Lupin debería ir a la enfermería?

La profesora giró para ver a Remus y su incertidumbre pasó a ser miedo: — ¿Se siente bien, señor Lupin? Considere el ir a la enfermería —Remus se dio cuenta de cómo sus ojos subieron a ver el techo encantado como si la claridad de este pudiera recordarle que era luna llena.

Remus se sonrojó con tanta atención encima, volviendo a bajar la cabeza: — No quiero. Iré a mis clases.

— Si está indispuesto, no debería presionarse.