Convocando sombras de Luna

9. Primera mentira, primera luna

"La vida sin un amigo es como una muerte sin testigo"

Proverbio español.

Nota de autor: Ya estoy desarrollando un trastorno de personalidad de tantas veces en las que negaré está obra. Crédito a Moonsing y J.K

REMUS:

Remus se encontraba temblando mientras estaba recostado en su cama y escondido tras sus cortinas. Escuchó como los otros entraban y se preparaban para ir a la cama. Discutieron, pelearon y Black y Potter tuvieron una pelea de almohadas improvisada, pero estaban tratando de mantener su tono de voz lo más bajo que le era posible para unos hiperactivos niños de once años. Se preguntó si esto era porque pensaban que se encontraba dormido. ¿Acaso este era su intento de ser agradables?

La mente de Remus volvió a trasladarse a la conversación que había oído entre los chicos aquella tarde. Podía haber mucho ruido en la sala común, pero sus sentidos lobunos le habían ayudado a escuchar cada palabra.

No estaba seguro de cómo se sentía. Había empezado como una especie de dolor y amargura por haberlos oído discutir sobre su inhabilidad para hacer amigos. Deseaba correr e ir a gritarles que se callarán, pero al mismo tiempo se sentía desesperado por saber que más estaba haciendo mal para que la gente no lo quisiera. Frank había dicho que era "Un gran sujeto" pero aun así no quería que fuera su mejor amigo. ¿Por qué? ¿Qué tenía que hacer para que Frank deseará ser su amigo y no solo lo viera como alguien con quien hablar en Encantamientos?

Fue entonces cuando Sirius les contó acerca de sus cicatrices y se había sentido humillado, dolido y confuso al punto de sentir su estómago contraerse en terror. Se encontraba paralizado en su sitio a la vez que sentía sus ojos recorrerlo.

Remus ansió saber que pensaban sobre sus cicatrices. ¿Suponían por qué las había obtenido? ¿Acaso pensaban que era debido a ser un hombre lobo? No, no era eso. Asustado como se encontraba, sabía que no tenían razón alguna para sospecharlo. Todavía no llegaba la luna llena. Y con este pensamiento, su corazón pareció calmarse un poco y su temblor disminuyó.

Entonces ¿En qué pensaban? ¿Sospechaban que era su padre? No estarían tan alejados de la realidad. Muchas de sus cicatrices eran por culpa de su padre, no del lobo. O ¿Acaso podrían imaginar que él se las hacía? ¿A eso se refería Sirius cuando decía que pensaba que estaba "Chiflado"? ¿Era esta la razón por la cual habían decidido dejar de tratarlo mal? ¿Pensaban acaso que podrían llevarlo todo el camino hasta el límite en dónde se rompería y moriría?

No importaba que tan miserable fuera la vida de Remus, jamás contemplaría la opción de suicidarse. No sabía si se debía al instinto de supervivencia del lobo, o si era algo dentro de su parte humana. ¿Sería su merodeador interno, que pese a todos los maltratos y dolores, estando en la parte de atrás de su mente se burlaba de las cosas absurdas de la vida y pensaba en nuevas ideas para meterse en problemas?

Las luces se apagaron y los otros se susurraron el uno al otro durante unos momentos antes de acallarse. Su buen oído era capaz de captar sus respiraciones tranquilas. Él no lograba sentirse cansado. Cambió de posición y rodo sobre su estómago, esperando que aquello fuera mucho más cómodo.

— ...Cicatrices en su muñeca. Tenía una que parecía una quemadura redonda, y otras como de latigazos.

Se movió al otro lado y se quedó viendo la oscuridad.

— ...Deben por lo menos admitir que algo de él es malo.

Pateó las sábanas, sintiendo calor, y luego volvió a ponerlas por si acaso a alguno de los otros se les ocurría mirar. Si las mangas de su pijama se encontraban arremangadas, ¿Quién sabía que más podrían ver?