38. Es luna llena, mejor déjame ir

4.6K 473 1.2K
                                    

Nota de autor: Ya ustedes se saben el cuento: Moosing escribió el fanfic, el mundo de Harry le pertenece a Joanne y yo traduzco para que ustedes se diviertan.

"Si la música es el alimento del amor, sigue jugando, dame un exceso de eso; ese sobreentrenamiento, el apetito puede enfermar, y así morir."

William Shakespeare.

REMUS:

Firme a su palabra, Sirius se le declaró a Rebecca tan pronto como el festín hubo terminado. Remus se había ido a la sala común, así que no vio a Sirius realmente hacerlo, pero era demasiado obvio cuando llegó con Rebecca pegada al brazo y se fueron a acurrucar al sofá más cercano del fuego, aquel que estaba reservado únicamente para Los Merodeadores.

Mientras Remus miraba desde el suelo con Hamish en su regazo, Rebecca reía, tirando su cabeza hacía atrás de forma que sus ondas negras se balanceaban de una forma totalmente seductora. A él le daba la impresión de que tenía espasmos en el cuello.

Luego ella procedió a implantarse directamente sobre el regazo de Sirius para acurrucársele cual gato posesivo, lanzándoles miradas amenazadoras a las demás chicas en la sala común, muchas de las cuales la veían con envidia.

Remus sintió a Lunático despertarse en su interior y su respiración se atoró con sorpresa. ¿Qué demonios estaba mal con él? ¿Podía verdaderamente estar tan furioso de que Sirius usara a una chica? Y entonces ¿Por qué no se había sentido igual de molesto con James, quien hacía lo mismo o casi peor con Bronwyn?

— ¡Es vomitivo!

Remus saltó con la distinguida voz femenina que decía lo que él pensaba en voz alta. Levantó la mirada para ver a Lily, quien sentada a su lado, veía en una dirección diferente a la suya, así que siguió su mirada. Viéndose muy fuera de lugar por sus colores Ravenclaw, Bronwyn se acurrucaba con James en otro sofá, susurrando algo en su oído. Remus se preguntó como James la habría metido. No podía recordar el haber visto a alguien de otra casa adentro. Era sorprendente lo que James era capaz de hacer por poner celosa a Lily.

Bronwyn se burló ante algo que dijo James y se acercó aún más a él mientras que el chico de desordenado cabello oscuro le ponía un brazo en la cintura. Remus se preguntó el por qué los adolescentes hormonados se convertían en clichés de libros románticos una vez tenían una relación que deseaban mostrar al ojo público.

— Ojalá que esto no sea otro de sus intentos por hacerse los graciosos —Lily declaró salvajemente, mirando mal a Remus— Ellas son chicas reales con sentimientos. ¡No pueden hacerle eso a las personas!

— No me mires a mí —Le gritó con cólera, mucho más fuerte de lo que pretendía ahora que Lunático estaba tan cerca a revelarse— ¿Te parece que yo tengo a una chica linda en mi regazo que se me inclina con cada palabra? Tengo un erizo en mi regazo y una insoportable muchacha sentada a mí lado, quien cruelmente me acusa de hacer algo con lo que yo ni siquiera estaba de acuerdo. ¡Somos Los Merodeadores! ¡Ellos no deberían...no deberían...argh! —No puedo pensar en otra forma de terminar su oración, así que le lanzó una mirada ponzoñosa a Lily antes de volver a mirar a Sirius.

— Santo cielo, Remus —Lily parecía sorprendida— Solo preguntaba.

— ¡No, estabas acusando! ¡Ahora lárgate!

Se quedó viéndolo: — ¿Qué te ha hecho levantarte con el pie izquierdo?

— ¡Te he dicho que te largues!

Lily siguió su mirada hasta Sirius, luego de regreso a Remus. Miró a Sirius una última vez. Su boca se abrió, volvió a cerrarla.

— ¿Qué? —Explotó Remus.

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora