40. La primera poción animaga

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Nota de autor: Ya sabemos esto: Fanfic de Moonsing y mundo de J.K Rowling, esta belleza solo traduce. Ahora he descubierto una historia realmente bonita llamada "La galaxia más brillante" que cuenta la vida de Andrómeda y Ted y el cómo lograron enamorarse, desafiando las tradiciones de la familia Black. He notado que no hay suficientes historias de esta pareja y la verdad me ha gustado mucho la visión que tiene la autora. Su usuario es @yulia20lena4, para que le den el apoyo y disfruten de su libro.

"Por ti, un millón de veces más"

"Cometas en el cielo" por Khaled Hosseini.

REMUS:

Remus no recuperó su mente hasta después de dos días. Fue el tiempo más largo en el que tuve que permanecer en su estado infantil, y se asustó tanto del no poder recuperarse que obligó a Madame Pomfrey a que le hiciera un examen con los hechizos más complicados para un estudiante de cuarto año, solo para verificar que el daño no fuera permanente.

Madame Pomfrey fue bastante paciente con él. Cuando se rehusó a decirle que le molestaba tanto, ella no lo forzó. Le aseguró que todo estaba bien casi de forma histérica cuando él le dijo que creía que su mente no volvería a ser la misma. Fue a la biblioteca y le trajo a Remus toneladas de libros para entretenerlo cuando sus amigos no estuvieran y Angela y Neil tuvieran que volver al trabajo.

De regreso, Remus no mencionaba su odio al estar atrapado en la enfermería, y nunca se quejaba del quejumbroso dolor que causaba la poción removedora de cicatrices en todo su cuerpo, incluso cuando lo único que sentía era como si su piel estuviera derritiéndose.

Los Merodeadores, por supuesto, lo visitaban a cada oportunidad, trayendo chocolates, dulces, libros e historias sobre sus bromas y las prácticas de Quidditch. En la tercera tarde de su estadía en la enfermería, Sirius vino por su cuenta, escondiéndose de Madame Pomfrey quien lidiaba con un grupo de segundo año que eran víctimas de accidentes en pociones.

— Traje a Hamish —Sirius avisó a Remus, levantando al erizo para ponerlo sobre su regazo— Creo que te extraña. Cuando lo dejamos en la habitación siempre trata de trepar a tu cama como si estuviera buscándote —Acercó una silla y se sentó cerca de Remus.

— Pobre cosita —Murmuró Remus, pasando su mano lentamente por las púas que eran de color rojo y dorado. Hamish se acercó a su mano y la acaricio con su nariz— Yo también te extrañe.

— ¿Cuándo podrás salir? —Indagó Sirius, sacando unas ranas de chocolate de su bolsillo para dejarlas sobre la cama.

— No lo sé —Remus suspiró, mirando la puerta— Ella dice que quiere mantener un ojo en la poción removedora de cicatrices dado que es nueva y no sabe cómo serán sus efectos secundarios —Se removió en la cama— Detesto estar atrapado aquí.

— Lo sé, Lunático —Sirius puso una mano reconfortantemente en el brazo de Remus lo que logró que el chico se maldijera internamente por querer más del toque— Si se pone muy mal, avísame y yo vendré para ayudarte en tú fuga.

Remus sonrió, recordando una de las cartas que Sirius le había enviado durante las vacaciones de verano: — Con tu corcel, ¿verdad?

— Exacto —Sirius respondió— Pero ya ha cambiado de un caballo blanco a una motocicleta. Son mucho más rápidas y es menos probable que me falle.

— Aunque más probable para que te arresten por encantar objetos Muggles con magia siendo menor de edad —Remus le recordó— De cualquier forma, estoy bien. Mi pulmón ya casi sana y la poción ha hecho maravillas en mi cuerpo. No se veía tan limpio desde mi primera transformación.

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora