54. Lupin el perro faldero

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Nota de autor: ¡Feliz cumpleaños al niño que vivió, Harry Potter! Con esta maratón, les estoy también dando a ustedes chicos un gran regalo. No me falta mencionar que la creadora del fanfic es la grandiosa Moonsign, mientras que yo solo traduzco y ustedes disfrutan. El mundo le pertenece a J.K Rowling.

"Su rabia les provee de armas"

Virgil

REMUS:

Remus se estaba doblando sobre sí mismo para cuando atravesó el retrato de entrada, habiendo pasado gran parte de la tarde en la biblioteca. A duras penas pudo parpadear cuando Frank lo acorraló contra la pared al lado del retrato.

— Tienes que subir y lidiar con ellos —Frank le ordenó, su expresión urgente. Una explosión resonó arriba sacudiendo las ventanas y generando que una capa de polvo se desprendiera del techo. Remus se alarmó.

— ¿Qué demonios fue eso? —Demandó.

— No lo sabemos —Michael le dijo, desde donde se encontraba con varios chicos de Gryffindor que escuchaban el espectáculo en el final de las escaleras que llevaban al dormitorio de los chicos— James subió hace un poco, luego fueron Sirius y Peter. Y entonces comenzaron los gritos y las explosiones.

Remus gruñó. Era luna llena esa noche y se sentía irritado, adolorido y definitivamente no en humor para lidiar con las infantiles disputas de Los Merodeadores: — Iré a ver qué puedo hacer.

— ¿Piensas que deberías? —Alice indagó. Se deslizó junto a Frank y agarró su mano cuando otra explosión resonaba por las escaleras— Podrías salir herido.

— Ellos nunca me lastimarían —Remus repuso con confianza— No te preocupes por eso.

— No te ves bien, amigo —Frank habló, denotando el cansancio en el rostro de Remus— Podríamos simplemente llamar a McGonagall.

— No hagan eso —Remus se apuró en responder— Está bien. Yo me encargo. No te preocupes.

Abriéndose paso entre la multitud de chismosos Gryffindors, subió las escaleras y se encaminó al dormitorio. Saltó cuando escuchó otro fuerte estallido al otro lado de la puerta, acercándose para abrirla con cuidado. Afortunadamente, sus buenos sentidos le avisaron de agacharse antes de que el libro de pociones y unos calzoncillos que arrojó James le dieran en la cara. Miró el destrozado libro y su corazón se le subió a la garganta.

...ATREVERSE! —James chillaba, su voz tan aguda como antes de que le llegara la pubertad— Y cómo pudo ella QUERER ser su maldita AMIGA. ¡Lo ABORREZCO! ¡Lo ABORREZCO!

Remus vio, con la boca abierta, lo que quedaba de su dormitorio. Lucía como si alguien hubiese puesto un pequeño detonador en el fondo de todos sus baúles y luego lo activara.

Sirius y Peter se refugiaban tras la cama de Remus, con James en la mitad del cuarto, tirando las cosas de todos alrededor en su ataque de furia combinado con la magia sin control.

Remus no se detuvo a pensar. El ver su ordenado baúl que contenía las pocas cosas que le pertenecían, ahora prácticamente destrozado y vacío, logró que su corto temperamento explotara. Atravesó la habitación a zancadas, agarró a James de las túnicas y lo estampó contra la pared. Los brazos de Remus se alzaban tanto que dejó al chico colgando.

James estaba tan sorprendido que solo se quedó ahí viendo a Remus con boca abierta, la furia lentamente abandonando sus ojos. El ruido invadió la habitación mientras varios objetos caían al suelo. Sirius y Peter salieron de detrás de la cama.

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora