36. Las tribulaciones de la señora Potter

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Nota de autor: No sé porque sigo poniendo esto cuando nada ha cambiado: El fanfic es de Moonsing, mientras que el mundo de Harry Potter le pertenece a J.K Rowling. Yo solo traduzco.

"Navidad es un tiempo en dónde sientes añoranza de casa, incluso cuando estás en ella"

Carol Nelson

REMUS:

Los meses que siguieron hasta la Navidad estuvieron vacíos de eventos para Los Merodeadores. Las terribles detenciones a las que fueron sometidos por Filch (Usualmente involucrando la pérdida de sus varitas, los retretes más sucios jamás vistos, cepillos de dientes y cera) dieron una breve pausa a las actividades Merodeadoras, incluso para James y Sirius. Esto también se debía en parte a las prácticas extras de Quidditch que se disponían a prepararlos para el juego contra Hufflepuff en Noviembre.

El día del partido los persiguió nublado y gris, lo cual no ayudó en nada para levantar los espíritus de los nuevos miembros del equipo. Incluso Sirius, quien normalmente no hacía apariciones voluntarias en la mesa de Gryffindor para desayunar antes de las 11 de la mañana, se despertó brillante y dispuesto a ayudar a James para jalar a Remus y Peter fuera de la cama y en dirección al Gran Comedor.

— Yo no quiero levantarme todavía —Remus se quejó, mientras Sirius lo arrastraba por la manga a través de las puertas y a la mesa de Gryffindor.

— ¡Si quieres! —Sirius le dijo con ánimo— Es el primer partido de Quidditch oficial de tu manada. Tú querrás estar ahí.

— No, no quiero. Deseo una nueva manada. Alguien de Hufflepuff. A quién no le guste el Quidditch e hiberne en invierno.

— Cómete esto —Sirius agarró la mano de Remus, le puso un pedazo de tostada y una salchicha, cerró los dedos alrededor y le dio unas palmaditas en la cabeza— Buen chico.

Remus lo observó con sueño: — No soy un perro. ¿Dónde está Hamish?

— Dormido en tu bolsillo —Sirius se sirvió a sí mismo una inmensa porción de gachas de avena y las llenaba de sirope dorado.

— He cambiado de opinión —Anunció Remus— No deseo una nueva manada. Deseo ser un erizo. Así podría dormir cuando quisiera, ser alimentado y cargado alrededor en el bolsillo caliente de alguien más.

— Y ser transformado en un alfiletero —James le recordó.

— Y hechizado para ser de color rojo con dorado —Agregó Peter.

Remus asumió la derrota y masticó con cansancio la salchicha en su mano.

— Tenemos unas oportunidades magníficas contra Hufflepuff —James informó, aparentemente incapaz de resistirse por más tiempo a la cuestión del Quidditch— Son igual de desastrosos como lo éramos nosotros antes de que llegáramos.

— No hables —Imploró Remus— Haces que mi cerebro se ponga nublado.

— Te dije, Remus, que deberías conseguir nuevos amigos —Los chicos miraron arriba para encontrarse a Lily, Alice y Rebecca sentadas en la mesa, vistiendo los colores de Gryffindor en preparación para el partido.

— ¡Evans! —James lucía deleitado— ¿Vas a ir para vernos destrozar a los Hufflepuffs? O ¿Solo quieres admirar mis fantásticos movimientos en la escoba?

Lily realizó una mueca y Remus gruñó para después golpear su cabeza contra la mesa: — No me hables, Potter. Es demasiado temprano para sentirme tan homicida —Le dio la espalda y comenzó a servirse el desayuno.

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora