clase de adivinación.

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Él rió y bajó a la cocina, cogió un vaso de agua y se lo bebió.

«Madre mía el quidditch...» pensó la chica.

-Voy a ver cómo es mi cuarto -dijo Hermione. Seguidamente, se levantó del sofá y se dirigió a la escalera.

-¡Granger! -la llamó Draco. Ella se giró en el pie de la escalera y el de ojos mercurio se acercó a ella. La castaña no pudo evitar repasarlo con la mirada-. Tengo los ojos arriba. -Las mejillas de la chica se encendieron y lo miró a los ojos. Tenía el pelo mojado y revuelto-. Ambos sabemos que no te puedes resistir a mí. -Hermione rodó los ojos.

-Oh, por Merlín, Malfoy, tu ego no cabe en esta casa. Vete a la mierda. -Draco atrapó a Hermione de la cintura, la pegó a él y, de repente, comenzó a hacerle cosquillas-. ¡Malfoy! ¡Suéltame! -exclamó sin parar de reírse.

-Di que no puedes resistirte a mí y te soltaré.

Me... harías... men... tir... -tartamudeó la Gryffindor entre risas. No podía parar de reírse y ambos calleron al sofá. Malfoy bajó sus manos a las caderas de la chica yesta comenzó a reírse más fuerte aún-. ¡Vale, vale! No puedo resistirme a ti. ¡Malfoy! ¡Ya lo he dicho! ¡Para! -Él paró de hacerle cosquillas pero dejó las manos en sus caderas, ambos seguían tumbados en el sofá, con las respiraciones agitadas, Hermione le miró los ojos y luego los labios, sentía su aliento mentolado en la cara-. Draco, quítate de encima, impones mucho y tengo calor.

-¿Así que tienes calor, Granger? -Ambos rieron y se levantaron del sofá-. ¿Has cenado? -La chica negó, y Draco encarnó una ceja-. ¿Voy a tener que estar detrás de ti como tu padre? -El rubio se acercó a la cocina y sacó unos espaguetis, con un hechizo los tuvo hechos en 30 segundos. Le llevó el plato y los cubiertos a la mesa frente a la chimenea. Ella, empezó a comer y miró al Slytherin.

-¡Malfoy, por Merlín, vístete! -Él rió y subió a su habitación, bajo a los dos minutos con unos pantalones grises y sin camiseta.

«Joder, así impone más aún». Pensó la de ojos miel. Se sentó en uno de los sillones blancos, con el libro de la historia interminable en la mano, lo abrió por la primera página y comenzó a leer, parecía que se había metido mucho en la lectura, ya que Hermione se levantó, recogió el plato, e hizo el amago de subir a su habitación a ponerse cómoda. Pero en el último momento la chica se giró y miró a Draco.

-Malfoy, voy a cambiarme, cuando baje vemos una película. -El chico asintió, sin separar la vista del libro, Hermione subió las escaleras, y abrió la puerta de su habitación.

Cuando entró se sorprendió al ver como la habitación era de grande, espaciosa y luminosa. Una cama con sábanas blancas y un dorsel alrededor de ella, al lado una mesita de noche de cristal con una lámpara. Al fondo un escritorio de madera color claro, con material necesario para estudiar, en la pared enfrente de la cama había una estantería de libros, con dos sillones color crema.

Había un reloj justo al lado del escritorio, colgado en la pared, a los pies de la cama un baúl y pegado a la pared un armario, sus cosas ya estaban perfectamente ordenadas. Al lado de la cama había un ventanal precioso, por dentro entraba la luz de la luna. Y al otro lado de la cama había una pequeña ventana. Al lado de la estantería de libros había un espejo en vertical.

La chica abrió su armario y se puso un crop top de tirantes blanco, con unos pantalones de algodón cortos que se ceñían a sus caderas, no se puso el pijama ya que le daba vergüenza... Se quedó descalza ya que el suelo era cálido, se cogió un moño desaliñado, y bajó a la sala común, bajo la atenta mirada del Slytherin, el chico conjuró una manta y unas palomitas. La chica conjuró una television muggle y puso "divergente". Cada uno estaba en un extremo del sofá, Hermione comenzó a tener frío y el vello se le puso de punta. Malfoy se acercó a ella y se acurrucó a su lado con la manta, la castaña terminó por tumbarse en las piernas del Slytherin, él le acariciaba el pelo, y ambos se quedaron dormidos, uno encima del otro.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora