la apuesta.

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- ¡MESA GRYFFINDOR! - Chilló Harry, grito tan fuerte, que no solo se calló la mesa Gryffindor, sino todo el gran comedor; incluyendo a los profesores. - ¡HERMIONE GRANGER ES LA NUEVA BUSCADORA OFICIAL DE NUESTRO EQUIPO DE QUIDDITCH! - Toda la mesa Gryffindor aplaudió, los profesores también. La mesa Slytherin la miró con asco, pero a ella le dio igual, excepto el rubio, que sonrió inevitablemente. Ella se sonrojó y les dio las gracias a todos. Continuaron comiendo, y la gente de la casa de Gryffindor se acercaba a darle la enhorabuena. Mientras tanto, en la mesa de Slytherin la criticaban.

- Draco, mañana te enfrentarás a ella. - Dijo Blaise Zabini.

- Y ganaré. - Los que estaban a su alrededor rieron, pero también la criticaban sin cesar. Eso al rubio no le agradaba nada, pero decidió pasar del tema.

- ¿Cómo pueden poner a una sangre sucia de buscadora? - Dijo Pansy. - Los Gryffindor han caído bajo.

- Por Merlín Pansy, ¿no te cansas de criticar? - Ella le miró

- Draco, no sé que cojones te pasa últimamente, enserio. - Él rodó los ojos. Y Pansy se acercó a su oído. - Hace mucho que no... ya sabes... - Draco hizo una mueca de asco y se alejó de ella.

- Pansy quiérete un poco y no seas tan zorra. - Ella le miró sorprendido y Zabini se enteró y le miró igual. Draco miró a la castaña de la mesa Gryffindor. Que en ese momento estaba dada la vuelta, riéndose y hablando con Cedric Diggory, de Hufflepuff. Cedric era 2 años mayor que ellos. Se sorprendió al verla hablando con él, y se dio cuenta de cómo el Hufflepuff la miraba. Le gustaba Hermione. Tenía que admitir que harían una bonita pareja, pero eso no iba a pasar porque la castaña era suya. Hermione se dio la vuelta sentándose derecha y miró a la mesa Slytherin. El de ojos Mercurio la miraba fulminándola. Ella no entendía nada y decidió ignorarlo. Cedric se había levantado, se había vuelto a acercar a ella.

- Suerte en tu primer partido de mañana, aunque supongo que no la necesitas. - Él le lanzó una sonrisa tierna y ella se la devolvió. Draco la miró celoso, pero ella no se dio cuenta. El buscador de Hufflepuff y la de Gryffindor se despidieron.

- ¿Draco? - Zabini sacudía la mano delante de sus ojos.

- ¡Joder Zabini! - Dió un golpe en la mesa, pero pronto se comenzó a reír y Zabini se unió a él. - Eres gilipollas hermano. - Se rieron aún más fuerte. La leona vio como reía y sonrió casi sin darse cuenta. A las 10:30 ella se despidió de sus amigos. Les dio un abrazo a Ron y a Harry y se fue con Ginny a su casa. Cuando llegaron, se sentaron en el sofá y Ginny la miró expectante.

- Desembucha amiga. - Le dijo la pelirroja.

- Bien, verás, cuando te fuiste, yo me fui a la biblioteca, y después él llegó detrás mía, pues nos besamos en una mesa de la biblioteca y se nos fue el tiempo; por eso fue que llegamos tarde a la clase de vuelo. - Su mejor amiga rió inevitablemente y la abrazó.

- Herms, ¿En la biblioteca? ¡No me lo puedo creer! - Volvió a reír aún más fuerte y ella se sonrojó. Después de 15 minutos hablando, Hermione y Ginny salieron de sus sala común ya que Hermione tenía que cumplir con sus tareas de prefecto con Draco. Les tocaba pratullar de 11 a 3 de la mañana, solo de pensarlo se caía del sueño. - Suerte con tu primera patrulla.

- Gracias Ginny - La castaña y ella se abrazaron, tenían una amistad tan incondicional, tan pura, no la cambiarían por nada. Hermione siguió su camino hacia el aula de adivinación y a lo lejos divisó la figura del Slytherin, apoyado en el marco de la puerta. "Que sexy está..." Pensó ella. "Hermione Granger, contrólate", volvió a pensar. Cuando llegó, el rubio le miró fríamente y ella se extrañó.

- Le gustas. - Soltó.

- ¿Qué? ¿Que le gusto? ¿A quién, si puede saberse?.

- Vamos Granger, te creía más inteligente, a Cedric Diggory. - Ella comenzó a reír sin parar.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora