discusión.

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- No hay de que novata. - Ríeron, y bajaron de la torre de astronomía. Cedric acompañó a Hermione al aula de adivinación y allí se encontraron a Draco. Antes de que él pudiese decir nada, Cedric y Hermione se despidieron y el Hufflepuff comenzó a subir escaleras para ir a su sala común. - ¡Ten cuidado! - Le gritó desde el tercer piso. Ella le sonrió. Se dirigió a Draco.

- Hermione, me dijiste que no habías quedado con Cedric.

- Es que no había quedado con él, cuando llegué al gran comedor, me senté a esperar a mis amigos y se sentó al lado mía. - El rubio le miró con resentimiento y comenzaron a andar.

- ¿De que hablabáis? ¿A donde fuisteis luego? - Hermione le miró.

- Me va a cubrir en las patrullas.

- ¡¿QUÉ?! Hermione Granger, ¿tú quieres matarme?

- ¿Qué problema tienes con él?

- ¡Que le gustas! ¡Se preocupa demasiado por ti! ¡Agh! - Hermione rodó los ojos.

- Draco, eres un celoso patológico. - Draco se llevó las manos al pelo, nervioso.

- ¡Sí! ¡Soy un celoso! ¡Pero es la verdad!

- ¡Draco no pienso dejar de ser amiga de Cedric porque tú seas un celoso! ¡¿Entiendes?! ¡¿Tan sorprendente es que alguien se preocupe por mí?! - Sin darse cuenta, comenzaron a gritarse.

- ¡No quiero decir eso, Hermione por Dios! - Se habían parado y estaban mirándose de frente.

- ¡¿Entonces?! - Dijo ella.

- ¡Solo quiero decir que no es normal que de un día para otro le gustes! - Ella le señaló con el dedo. Y sus ojos comenzaron a ponerse cristalinos.

- ¡¿Y TÚ QUÉ SABES?! ¡Es mi amigo! ¡Nada más! ¡Alguien que se preocupa por mí Draco! ¿Tan complicado es? - Comenzó a llorar. Draco se quedo mirándola sin saber que hacer, se dio cuenta que la había cagado, era un celoso, que no confiaba en ella. - ¡¿Si no confías en mi de que mierda sirve que estemos juntos?! - Siguió sin decir nada. - ¡TE ODIO! - La castaña hechó a andar y subió a la torre de astronomía con lágrimas en los ojos. Subió las escaleras, con la vista nublada por las lágrimas. Cuando llegó arriba, comenzó a marearse y se agarró a la barandilla. Se sentó en el suelo, abrazando sus rodillas. Notó como alguien subía las escaleras, y se sentaba delante suya, le quitó las manos de la cara y le obligó a mirarle levantándole el mentón. - ¿Qué quieres?.

- Perdóname, me he pasado de la raya. Soy muy celoso, sí que confío en ti, pero mi instinto no me deja, no quiero que te hagan daño. No llores más amor. - Le limpió las lágrimas con el pulgar.

- Te odio - Dijo sollozando.

- Te amo. - Hermione le miró sobresaltada.

- ¿Disculpa?

- Fue el auto corrector, quise decir que te odio. - Hermione rió.

- Draco, estamos teniendo esta conversación en persona. - Ambos ríeron, Hermione volvió a limpiarse las lágrimas, y abrazó a su Slytherin. Él lleno toda su cara de besos hasta terminar en sus labios. - Dime que no te meterás en problemas con Cedric.

- ¿Él sabe ya que no estamos juntos? - La castaña asintió. - Lo intentaré.

- Promételo. - Draco rodó los ojos.

- Lo prometo rata de biblioteca.

- Así me gusta hurón oxigenado. - Bajaron de la torre de astronomía. Llevaban ya 3 horas caminando por los pasillos. Hasta que de repente, se encontraron a Harry, en una esquina de uno de los pasillos.

- ¡Harry! ¡Ya van dos veces! - Dijo su mejor amiga. - ¿Y Ginny? - Harry se acercó a ellos y se paró frente a Hermione.

- He venido solo - Susurró. - Venid, tengo algo que enseñaros. - Draco y Hermione siguieron al azabache, hasta que se pararon al lado de una puerta entreabierta. Donde se escuchaba la voz de Snape y de McGonagall. - Escuchad. - Los tres pusieron la oreja.

- Severus, no sé cómo afrontaremos esto. - Dijo McGonagall.

- Pudimos derrotar a Voldemort, derrotaremos a una panda de mortífagos.

- Ese no es el tema, los dementores están amenazando con atacar Hogwarts.

- Vaya Potter, tus mejores amigos. - Dijo Draco.

- ¡Shh! - Respondió él.

- Solo hay un niño en todo el colegio que tiene un patronus tan poderoso que pueda ahuyentar a cientos de dementores. - Continuó Minerva.

- Harry Potter. - Agregó Severus. - Mañana le buscaremos y le solicitaremos su ayuda. Y cruzaremos los dedos para que acepte. - Los 3 chicos huyeron de allí. Cruzaron 3 pasillos, y se pararon.

- ¿Aceptarás? - Dijo Hermione. Su amigo asintió.

- Por supuesto, si puedo ayudar de alguna forma, lo haré. - Ella asintió y abrazó a su mejor amigo. Él le dio un beso en la nariz. - Ahora vete antes de que te vea alguien.

- Adiós Herms, adiós Draco. - Subió las escaleras para llegar a la sala común de Gryffindor. Les quedaba media hora de patrullas, subían y bajaban escaleras, abriendo y cerrando puertas. Cuando quedaban 10 minutos, regresaron medio dormidos a su sala común. Hermione se paró frente a su escalera cuando Draco la llamó.

- Duerme conmigo - Le dijo el Slytherin.

- Está bien, pero hoy en mi habitación. - Él asintió, se fue a su cuarto, se puso unos pantalones cortos de algodón, cogió un chaleco de lana de Slytherin y se fue al cuarto de la chica. Se la encontró de espaldas, en ropa interior, quitándose el sujetador. Se giró y miró a Draco.

- Ponte esto, me gusta verte con mi ropa. - Ella rió, cogió el chaleco y se lo puso, le quedaba grande de mangas, y le llegaba por los muslos. Pero estaba muy cómoda. Ambos se metieron bajo las sábanas blancas de la cama de Hermione. Ella se acomodó en su pecho, mientras él le rodeaba la cintura. Se quedó dormida al instante, bajo las caricias de su chico en su pelo...

Despertó la primera, se levantó de la cama sin despertar a su Slytherin y fue al baño. Miró el reloj, faltaba 1 hora para la primera clase, se vestiría, bajaría a desayunar y luego iría a clase de pociones, con Snape. Cuando salió del baño, despertó a su chico, tenía el pelo revuelto.

- Draco, falta 1 hora para la primera clase, voy a bajar a desayunar. Deberías de levantarte ya amor. - Él remoloneó y le dio un beso en los labios a su Gryffindor.

- Buenos días... - Se sentó en el filo de la cama y se peinó con las manos. - Voy a vestirme. - Salió de la habitación de su novia y subió a la suya, de repente, llamaron a la puerta, Hermione bajó aún con el chaleco de su novio puesto. Abrió la puerta y se encontró a Harry.

- ¡Harry! - Se abrazaron y Harry entró a la sala común. - La contraseña es "Absurdo" para la próxima vez que quieras entrar. - Él asintió. - Ven, sube. - Él la siguió por las escaleras hasta su habitación. Ella hizo la cama con un movimiento de varita y el azabache se sentó en el filo. Hermione se quitó por la cabeza el chaleco de su novio. Quedando en ropa interior delante de su mejor amigo, ya que se había puesto el sujetador al levantarse, se habían cambiado uno frente al otro mil veces, ya no se sorprendían, ni se sonrojaban. Como dije, son hermanos de otra sangre. Hermione abrió el armario y sacó su falda.

- McGonagall ha venido antes y me ha sacado de mi sala común. - Dijo mirando a los ojos a su mejor amiga.

- ¿Y bien? - Dijo ella.

- Me dijo lo de los dementores, me hice el sorprendido, como si no lo hubiese escuchado la noche anterior. - Dijo casi riéndose. Hermione se rió con él.

- ¿Qué dijiste? - Harry le miró irónico.

- Herms, ¿qué pregunta es esa? - Ambos comenzaron a reírse descontroladamente.

- Perdona, me acabo de despertar.

- ¡Amor! ¿Quién está ahí? - Gritó Draco desde abajo.

- ¡Harry! - Respondió ella. Comenzó a ponerse la camisa y a abrochar los botones desde abajo. Escuchó como Draco subía las escaleras. Y se encontró el panorama de su novia cambiándose delante del cara rajada.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora