Lucius Malfoy.

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Draco abrió los ojos, con el cuello dolorido, y se fijó en el reloj que colgaba de la estancia. "5:03 a.m". Se habían quedado dormidos y estaba comenzando a amanecer, aunque aún quedaban 3 horas para la hora del desayuno en Hogwarts.

- Hermione... - Susurró él, ella abrió los ojos y se asustó al ver donde se encontraba. - Nos hemos quedado dormidos, tenemos que volver antes de que amanezca. - Hermione gruñó.

- Esto es de locos. - Dijo ella con voz adormilada. Los dos se levantaron del alféizar con muecas de dolor. Cogieron sus varitas, Hermione se colocó bien la capa de draco y salieron de aquella casa de Hogsmeade, rumbo de nuevo, a las cocinas de Hogwarts. Al llegar al castillo y cruzar la cocina, procuraron que nadie les viera, tenían tres horas más para dormir. De hecho, les hacía falta. Subieron las escaleras en silencio, Hermione se había quitado los tacones, para no hacer ruido. Cuando llegaron a la sala común Hermione hizo el amago de subir a la habitación, pero Draco la agarró del brazo y negó con la cabeza.

- Duermes conmigo. - Ella, muerta de sueño, asintió sin pensárselo y subió las escaleras con su chico. Al llegar, se desnudó, quedándose en ropa interior, luego se quitó en sujetador y se puso una camiseta del rubio. Se metió en su cama mientras él estaba en el baño, y sin pensárselo cerró los ojos con el fin de dormir como dios manda.

(...)

Hermione abrió los ojos encontrándose con otros, grises, mirándola fijamente. Ella los volvió a cerrar con la intención de seguir durmiendo.

- No es muy buena idea que te duermas de nuevo. La hora del desayuno empezó hace diez minutos. - Ella ronroneó, como un gato. Se quejó y se obligó a abrir los ojos. Luego bostezó. Se levantó de la cama y salió de la habitación de Draco. Subio a su habitación, abrió el armario y se puso la camisa, la falda, la corbata correspondiente con los colores de su casa, los calcetines hasta las rodillas y los zapatos. Se colgó la placa de prefecto y se puso su capa. Luego se dirigió al cuarto de baño, la noche anterior no tuvo tiempo de quitarse el maquillaje. Lo hizo, luego se aplicó rimmel y cacao, como siempre hacía. Recogió su pelo en un moño alborotado, cogió su varita, metió todos los libros que necesitaría hoy en una bolsa de tela, se la colgó al hombro y salió de su habitación, para encontrarse a un rubio de ojos grises esperándola. Se dieron un leve beso y salieron de la habitación con las manos entrelazadas. Antes de entrar al gran comedor Hermione se paró y Draco la miró extrañado. - ¿Qué ocurre?.

- Oye, no te he agradecido lo de ayer. Gracias por mostrarme un lado de ti que nadie conoce, es algo que valoro mucho, más viniendo del duro y arrogante Draco Malfoy. - Dijo esto último soltando una risita. El se rascó la nuca mirando al suelo.

- Eres importante para mí, solo quería demostrarte que confío en ti, se que no fue nada bonito, pero es una faceta que nadie ha conocido. - Dijo él.

- Tampoco me esperaba nada romántico. - Confesó ella sonríendo.

- Pues eso tiene que cambiar ratona. - Dijo dandole un beso en la nariz. - Nos vemos en pociones. - Se despidieron al entrar al gran comedor y Hermione se sentó con sus tres amigos, como siempre.

- Guegos gias - Dijo Ron mientras masticaba un trozo de comida.

- ¡Ron! ¡Te tengo dicho que no hables con la boca llena! - Le riñó Hermione. Harry y Ginny ríeron mientras abrazaban a su amiga.

- ¿Qué tal has dormido? - Preguntó Harry.

- Muy bien. ¿Y vosotros? - Ron miró de una manera asqueada a Harry y Ginny y luego miró a Hermione.

- Han dormido juntos. En mi cuarto. ¡En la cama de al lado! - Escupió Ron indignado. Hermione rió.

- Bueno, al menos no han hecho manitas estando tú allí. - Ron hizo una mueca de asco.

¿Malfoy? ¿Granger? | DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora