¿Malfoy? ¿Granger? | Dramione

nueva buscadora.

- Yo ya he ganado lo que quería señorita Ganger. - Sonrio socarrón y le besó el cuello. Ella suspiró y acercaron aún más sus cuerpos. La castaña no se creía lo que estaba haciendo. ¡En la biblioteca! Pero ese rubio Slytherin de ojos grises nublaba todos sus sentidos. Draco metió las manos dentro de la falda de la Gryffindor y le apretó los muslos. Ella gimió, pero se dio cuenta que lo hizo demasiado fuerte. Se separaron de inmediato y miraron a todos lados, nadie se había dado cuenta, menos mal. - Me gusta oírte gemir Granger, pero no que los demás lo hagan. - Hermione sintió como la parte baja de su abdomen comenzó a cosquillearle y a calentarse. Si eso era excitarse, le gustaba la sensación. Comenzaron a reírse, y Draco miró el reloj que tenía enfrente. - Vale..., no me mates si te digo que vamos 10 minutos tarde a la clase de vuelo. Ella abrió los ojos como platos y se bajó de la mesa, se colocó bien el uniforme y salieron de la biblioteca.

- Cualquier día nos hechan, ya van dos veces en el mismo día por Dios. - En cuánto salieron de la biblioteca se pusieron sus capas, cogieron sus varitas y hecharon a correr a los jardines, donde la profesora Hooch estaría ya dando clase. - ¡Nos van a volver a ver juntos! - Dijo mientras corrían.

- ¡Granger, te vuelvo a repetir que me importa una mierda! - Draco la agarró del brazo y siguieron corriendo más rápido aún. Cuando llegaron a los jardines allí estaban, los Gryffindor y los Slytherin. En dos filas. Se pusieron cada uno en la suya sigilosamente, mientras miraban a todos diciendo que se callasen.

- No tan rápido vosotros dos. Señorita Granger, señor Malfoy. Acérquense. - Dijo la profesora. "¡Mierda!" Pensaron ambos. Se miraron y fueron a donde se encontraba. - ¿Por qué llegan tarde?

- Estábamos en la biblioteca, profesora. - Ella asintió y les indicó que volviesen a su fila. Le sonrieron y volvieron a ser los últimos. Esa clase practicaron la rapidez y la habilidad. Al final de la clase, la profesora Hooch llamó a Hermione y a Harry.

- Harry, creo que deberías de coger a Hermione para tu equipo como buscadora. Ya que tú ahora eres cazador. - Hermione se sobresaltó y esbozó una sonrisa de ilusión. - Hace tiempo que no veo los dotes y la actitud que veo en Hermione, es rápida y hábil. Igual que tú. - Harry miró a Hermione ilusionado al igual que ella.

- Ni me lo pienso profesora, es una excelente candidata a buscadora. - Se despidieron de ella y se fueron juntos al campo de quidditch. Ya que Harry quería entrenarla un poco y ver cómo se desarrollaba antes del partido de mañana. Harry le dio la Nimbus 2001 más nueva que había. Llegaron al campo de Quidditch, y abrió el baúl. Cogió la snitch y miró a Hermione. - ¿Preparada? - Ella se cogió una cola alta y asintió. Harry soltó la snitch y ella se elevó con la escoba al cielo sin pensárselo. Se quedó allí parada, observando hacia dónde iba sin parar, cuando analizó un poco el campo, y supo cómo hacerlo, se lanzó a máxima velocidad hacia ella. La snitch comenzó a moverse a la velocidad de la luz pero Hermione no la perdía de vista, volaba entre las gradas, se elevó de nuevo y pasó entre los aros, luego la snitch bajo en picado hacia el suelo y Hermione fue detrás sin pensárselo, lo hizo perfectamente, la snitch se metió entre las vigas de las gradas y ella entró por el lado contrario, la snitch no tendría escapatoria, comenzó a maniobrar esquivando las vigas. Hasta que en una milésima de segundo, vio la snitch, alargó su brazo izquierdo, y la atrapó. Salió de las gradas y se acercó a Harry.

- ¡La tengo! - Harry sonrió muy orgulloso.

- Una estrategia brillante. Mañana juegas con nosotros, amiga mía. - Ella se bajó de la escoba y abrazó muy fuerte a su amigo.

- ¡Gracias Harry! - El azabache le dio un beso en la mejilla. - ¿Contra quién es el partido de mañana?

- Slytherin - Ambos rieron. - Con Malfoy de buscador.